Black Bird [IR Fanfic].

Plumas negras...

Después de haber salido junto a sus amigos en busca de una caminata tranquila y separarse de ellos, Ichigo vagaba dentro de el bosque,  no recordaba como había llegado a ese lugar, se había despertado en medio de la tenue luz del sol mientras Kon le gritaba y habían comenzado a caminar desde lo que parecían horas. 

—¡Ishida, Chad, Inoue!—gritaba el joven—¿Dónde están?.

—  Ichigo, eres un idiota, llevamos horas vagando por este bosque y está a nada de ocultarse el sol, ¿Qué vamos a hacer?— decía Kon muy asustado. 

  — Tú fuiste quien salió corriendo al pensar que habías visto a Rukia, si no hubiera venido por ti estarías solo— decía Ichigo mientras lo jalaba de las orejas.

— ¡Te juro que era Nee-san!, vi sus ojos, aparte tiene meses que no la veo, idiota, era obvio que iba a correr a su lado, tú hubieras hecho lo mismo— dijo Kon mientras pataleaba.

— ¡Claro que no!.

— Todas las noches te la pasas llorando, esperando a que Nee-san regrese, ¡no lo niegues!.

  — Eres un maldito...— Ichigo estaba a punto de golpearlo cuando la ultima luz del sol se extingió y el bosque quedó completamente a oscuras.

— Genial, no traigo una lampara. 

De pronto los arboles comenzaron a iluminarse, Ichigo notó que en ellos había pequeñas lamparas con velas en su interior, se notaba que eran antiguas por su forma, mientras avanzaban se iban encendiendo.

  — Ichigo, tengo miedo— decía Kon mientras lloraba y se escondía tras de él.

— Tranquilo, traigo mi insignia de shinigami sustituto, pero no logro notar ningún reiatsu.

Ambos caminaban con cautela, tratando de ser lo más silenciosos y no llamar la atención de nadie; de pronto comenzó a escucharse una canción.

— Este tipo de melodía es de la época feudal.

Ichigo comenzó a acercarse lentamente a donde él percibía nacía el sonido, mientras más se acercaba lograba observar una gran luz de color naranja que surgía de lo que parecía el centro del bosque. 

Al llegar se quedó pasmado.

  — Rukia...— fueron las únicas palabras que pudo pronunciar.

Frente a él se encontraba una figura femenina, con un espectacular kimono blanco con matices negros y rojos, su cabello estaba recogido con un pasador grande rojo y a los lados tenía dos prendedores con unas hermosas plumas color azul obscuro, sobre sus hombros descansaba lo que parecían unas alas de hermosos matices verdes, grises y  morados, pudo notar que realizaba un tipo de danza pero sus pies no tocaban el suelo, era pequeña y muy delgada al igual que su compañera, pero Ichigo se quedó helado al ver el pequeño cuerno rojo que brotaba de su frente. 

Cuando la chica terminó su danza hizo una reverencia y al levantar su cara él pudo observar sus ojos, eran idénticos a los de la shinigami, morados, con esa fuerza y luz que los caracterizaban y a su lado se notaba un pequeño delineado color rojo, que hacía que resaltaran aún más; al verlos ella entró en pánico y salió volando.

  — ¡Nee-san, no huyas!— Kon salió corriendo de los hombros de Ichigo. 

—¡Kon!— Ichigo salió otra vez tras él, todos los presentes del festival se asustaron, no era normal ver a un humano en su mundo. 

  — ¡Hey, ustedes, alto ahí!— Ichigo volteó al escuchar la voz.

— Byakuya.

Pero al igual que Rukia, él estaba vestido con un traje ceremonial, solo que el suyo eran en matices morados, negros y azules, tenia las mismas plumas que Rukia solo que un poco más oscuras y el cuerno era de un color rojo vino.