Primer beso

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-Ya cabros tengo que irme- dijo Andrei levantándose del sofá.

Se encontraban él, su amiga Gabi y Hernán en el departamento de este último. La joven se había estado quedando ahí hace ya unos días, debido a que por temas de distancia, el chico moreno la había invitado a vivir con él para que quedara más cerca del canal. Los tres solían salir de vez en cuando o pasar tiempo juntos en la casa y hoy no fue la excepción.

-¿Tan pronto?- dijo el bailarín mirándolo con cara de perrito, repitiendo la acción del otro.

El chico pálido se rió.

-Hernán, van a ser las una de la mañana. Además, he pasado casi todo el día con ustedes. No puedo quedarme para siempre.

-Está bien, te acompañaré hasta la puerta.

Los dos comenzaron a dirigirse a la salida cuando una voz sonó detrás de ellos.

Por un momento se habían olvidado que su amiga estaba ahí. Ups.

-No te puedes ir sin darme mi beso de las buenas noches pendejo, ven para acá- dijo Gabi estirando la boca en dirección a Andrei desde su posición en el sillón.

El cantante rápidamente fue donde ella y la besó fuertemente en la mejilla.

-Que duermas bien preciosa, descansa- le dijo en medio de un abrazo.

-Tú igual cariño, ándate con cuidado.

El joven asintió a la vez que la chica se levantaba y se dirigía a su habitación. Caminó nuevamente a la puerta donde lo estaba esperando Hernán. Cuando estuvo afuera se giró para quedar frente al otro y despedirse.

-¿No te puedes quedar a dormir? Te puedo prestar un pijama y puedes dormir en el sillón. « O en mi cama», pensó el mayor.

-No, lo siento. Por más tentador que suene tengo cosas que hacer mañana y no me puedo quedar a una pijamada.

El mayor suspiró.

-Okay, entonces...te veré después.

-Hasta luego.

Andrei estaba acercándose al ascensor cuando escuchó nuevamente la voz del otro.

-Oye, ¿y mi beso de buenas noches? Es injusto que le dieras uno a la Gabi y a mi no. Pensé que éramos amigos- se quejó el pelinegro en forma de broma.

El menor regresó donde se encontraba el bailarín y lo miró fijamente a los ojos.

De un momento a otro con ambas manos le tomó el rostro y estampó sus labios con los de él en un beso corto pero intenso. El chico de temuco se había quedado petrificado en un principio por el shock, pero una vez que fue consiente de lo que estaba pasando agarró al castaño oscuro por la cintura y lo acercó aún más a su cuerpo. La unión de sus bocas duró hasta que la necesidad de captar oxígeno se hizo presente y estuvieron obligados a separarse. Juntaron sus frentes con la respiración agitada y los ojos cerrados. Una vez que estuvieron más calmados, Andrei se acercó a su oído y le susurró:

-Buenas noches.

Y de un segundo otro se alejó y se fue.

Hernán lo observó irse hasta que salió del trance en que lo había dejado el otro y fue tras él. Corrió por las escaleras (las cuales por suerte no eran muchas), llegó a recepción y sin si quiera saludar al conserje salió del edificio. Miró para todos lados hasta que pudo divisar al cantante alejándose cada vez más por la solitaria calle.

-¡Andrei!-gritó casi sin aliento-¡Andrei, espera!

No le importaba si después le reclamaban los vecinos, lo importante para él en ese segundo era sentir los labios de aquel chico una vez más. Había soñado tanto con aquel momento, que una vez que logró conseguirlo necesitaba más. Ni uno, ni dos, ni mil besos más lograrían saciarlo, si fuera por él viviría pegado a su boca, pero para su mala suerte eso era no era posible.

El menor al escuchar su nombre se giró y se sorprendió al ver pelinegro correr hacia él.

-Hernán, pero qué-

Fue interrumpido cuando nuevamente los labios del bailarín se posaron sobre los suyos, con la diferencia de que esta vez el beso era mucho más lento y pasional. Sintió los brazos del otro rodeándole el cuello y automáticamente colocó sus manos en las caderas ajenas.

-No puedes…volver a hacerme eso… otra vez-dijo Hernán con dificultad una vez que se separaron.

-¿Qué cosa?¿Besarte?- le preguntó Andrei con una sonrisa.

-No, osea sí. Ay, me refiero a que no puedes simplemente besarme de la nada e irte. Estoy seguro que me quedé mirando el vacío por al menos un minuto.

-Está bien, para la otra te avisaré.

El moreno rodó los ojos.

-Pendejo.

Se quedaron callados en medio de la vereda con solo una luz de farol iluminándolos. Ambos sabían que tenían una conversación pendiente, ya que obviamente ambos besos tenían significado, pero por el momento decidieron dejarlo para otro día y simplemente aprovechar el uno del otro. Disfrutaron de estar solos en medio de la oscuridad para darse pequeños besitos y mirarse sin que nadie los criticara. Ya después de un rato caminaron juntos tomados de la mano para esperar por un taxi para Andrei. Afortunadamente no tomó mucho en que apareciera uno y se despidieron. Hernán regresó a su apartamento, en donde lo esperaba una curiosa y molesta Gabriela Gacitúa.

-¿Y tú donde andabas que te desapareciste como por media hora? Me tenías asustada. Te fuiste sin avisar y más encima dejando la puerta abierta- lo regañó su amiga con las manos en sus caderas. Se había cambiado a su ropa de dormir y se disponía a descansar, hasta que recordó que había dejado su celular en el comedor y se percató de la ausencia del mayor.

-Sí, lo siento. Solo acompañé a Andrei a esperar un taxi, ya sabes, para asegurarme que no le pasara nada y todo eso- le respondió nervioso.

Gabriela lo miró por unos segundos y asintió, aunque no estuviera del todo convencida.

-Ajá. Bueno, ahora que sé que estás bien puedo dormir tranquila. Que descanses.

Se le acercó y le dio un beso en la mejilla en forma de despedida. Al separarse, lo miró una vez más y soltó una pequeña carcajada.

-¿Qué?- preguntó confundido Hernán.

-Nada, solo me llama la atención lo que te produce el cambio de temperatura. Se te colocan los labios rojos- dijo dando media vuelta y yendo a su habitación. El rostro del bailarín inmediatamente tomó un color escarlata. Sin evitarlo sonrió y se fue a su habitación.

-Sí, el cambio de temperatura...- pensó en voz alta soltando una pequeña risa.

                                                          •[AH-HA]•

Holi chicos, bienvenidos a un nuevo libro hernandrei, dónde se encontrarán con diversos one-shots acerca de algunas "primeras veces" de los shashos. Debo aclarar (aunque ya lo hice en la descripción) que esto es pura fantasía y es cómo yo creo que ocurrieron ciertos hechos.
En fin, espero que les haya agradado este capítulo y ojalá verlos pronto.

Bye bais

-Cami.

Primeras veces [Hernandrei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora