Something 2

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Victoria

Les sonreí y luego me levante de la mesa, pase entre la multitud de gente que bailaba en la oscuridad escasamente iluminada con las luces de la discoteca, la música sonaba fuerte y gente bebía como si el alcohol fuera agua. Y allí estaban ellas en la mesa donde nos acostumbrábamos a sentar, Gina levanto una mano saludándome, como para cerciorarse de que la viera, le sonreí y le respondí el saludo. Habían más personas de lo habitual en la mesa, aparte de Gina que era mi mejor amiga del grupo, Emma, Amelia, Ciro, Rodrigo y Diego, mi grupo de siempre. Estaban 3 tipos que no conocía, hablando enérgicamente con Emma y Amelia, también habían 2 muchachas, supuse que eran “compañía” de Ciro y Rodrigo, salude a todos rápidamente y me senté en el espacio que Diego me había reservado a su lado.

-          Y porque llegas a esta hora? –me reprocho Gina mirando con fastidio a la acompañante de Ciro.

-          Es que estaba con mi primo y sus amigos, porque?, que te hizo? –le respondí mirando a la muchacha con la que estaba Ciro.

-          Es tan hueca que dentro de su cabeza suena eco –me respondió acercándoseme –bueno por algo solamente son para compañía –me respondió con cara de malvada, a lo que las dos nos carcajeamos.

Yo decía que Gina era mi mejor amiga desde que nos habíamos conocido, ella me entendía en todos los sentidos y era mi voz de conciencia, siempre estaba ahí cuando lo necesitaba y su familia era como la mía. Siempre odiaba a los agarres de Ciro, según ella porque siempre eran las más huecas, pero en el fondo sabia que ellos dos habían tenido algo en algún momento, así que los dos se  celaban mutuamente a sus espaldas y solo yo parecía darme cuenta de esto, con razón era normal decir que cada uno vive en su mundo. Ciro saco a bailar a su “acompañante”, que según entendí le llamaba Adriana, de que tener un bonito cuerpo ella lo tenía, pero de cara era mejor no comentar aunque los comentarios de Gina y Emma hayan alcanzado para hacernos reír por más de una hora. Todo ando bien, nos reíamos entorno al mismo tema, hasta dijeron que Adriana necesitaba una bolsa negra en la cabeza tan fuerte que ella se dio cuenta y volcó a tirarnos una mirada fulminante, pero ni eso pudo para mi risa ante la imagen de ella que ellas me hacían imaginar, así que nos reímos de ella es su cara, porque Ángela y Emma tampoco pararon de carcajearse. Observe que Adriana le dijo algo a Ciro a lo que él se encogió sé hombros y puso cara inocente y ella lo empujo bruscamente, se acerco hacia donde nosotras estábamos gritando insultos según lo poco que le entendí gracias al volumen de la música, el chiste acabo cuando ella sin más ni menos le dio un tremendo bofetón en la cara a Gina. Yo me congele por un instante, ya que no podía creer lo que acababa de pasar, mientras que Gina se paro y la empujo respondiéndole  los insultos que recibía de parte de la agresora, claro que después de eso intervino Ciro y Diego tratando de apartarlas. El pleito parecía hacerse cada vez más y más grande, Rodrigo se paro y al parecer uno de los “acompañantes” de Emma y Amelia, era amigo de Adriana así que se puso de su lado y en lugar de tratar de hacerla entrar en razón, el muy idiota le echaba más leña al fuego, Ciro estuvo en posición neutral hasta que la muy salvaje le tiro un gran arañazo a Gina, que le llegaba desde el hombro hasta el codo, se veía bastante feo y estaba sangrando, aunque ella no parecía sentir dolor, supuse que por la adrenalina.

-          TU!, ya basta!, dente! –le dijo Ciro a Adriana con un agresivo tono de voz, nunca se lo había escuchado usar con una mujer, ya que era el que usaba antes de golpear a alguien –no te atrevas a tocarla otra vez!, entendiste? –a lo que Adriana asintió, parecía estar asustada o impresionada, tal vez las dos –ahora vete!, no te quiero ver cerca de ninguna de ellas! –termino dándole la espalda.

Ella se fue con como si nada, sin decir comentario alguno. Ciro por su parte se transformo completamente para ver cómo estaba Gina, que aun parecía estar en shock, le reviso el brazo como si fuera una herida de gravedad, eh insistió reiteradas veces en llevarla al hospital, a lo que ella se negó rotundamente con la típica escuda de: “la noche aun es joven”. Era imposible discutir con ella, así que la llevo a tomarse un trago y se sentó a vigilarla muy preocupado, Gina parecía disfrutar de las atenciones, como era obvio, al final ella tenía su  centro atención y el no solo la quería por un corto lapso de tiempo, sin importar que ellos dos no fueran a dar el largo paso que les faltaba para iniciar un futuro juntos, por lo menos ese día habían dado un gran avance.

La sombra de su miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora