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No recordaba la última vez que sus padres le habían golpeado, tal vez en 3 de primaria, no recordaba bien cuando, pero si muy bien el porque. Le había gritado a la maestra "Estúpida golfa" porque ella le había retado enfrente de la clase, y siendo sinceros , ella se lo merecía. Cuando notificaron a su madre, está lo llevo a lo recogió de la escuela, y todo el camino a casa lo había estado regañando por su comportamiento. Pero cuando llegaron a casa, está bajo rápidamente, entraron a la casa y esta cargo a el pequeño niño hasta su habitación, donde lo recosto en su regazo, le bajo su pequeño pantalón y comenzó a darle nalgadas, sabía que se las merecía, así que no reclamó nada, soltaba algunos quejidos, pero nada mas, y sólo espero a que ella terminará; en total fueron 20 nalgadas, dejándole el trasero con un tono rojo apenas perceptible. Recuerda haberse quedado dormido en su cama boca abajo con el trasero descubierto, ya que su madre no le había permitido subirlo, ese era como un castigo extra, quedarse descubierto para que cualquiera que entre viera el castigo que había resivido el niño. Pero no termino ahí, al día siguiente su padre se enteró de lo que paso y también le propinó una "sesión de nalgadas" como le llamaba el, sólo que está vez fue con un zapato, específicamente una pantufla; fueron 20 golpes, dejándolo aún más rojo que el día anterior. Desde ese día no volvió a hacer travesuras o portarse mal.

Pero ahora se encontraba en las piernas de Esteban, apuntó de ser golpeado por este.

-¡Sueltame!

- No, y si no cooperas créeme que será peor de lo que tengo planeado.

Se dejó de mover, no tenía idea de que tenía en mente pero seguramente no era bueno viniendo de el.

-¿Listo?

- No...

-Igual no me importa, bien, serán 10 nalgadas, tu deberás contarlas, h por cada una que no cuentes te daré 5 más, ¿entiendes?

-...-

-¡Te pregunte que si entiendes!- le dio la primera nalgada no tan fuerte, pero que hizo que André diera un brinco.

-¡Si, ya entendí!

-Muy bien- Suelta otro golpe.

-¡Ah!, u-uno- tartamudea.

Dos golpes más

-Dos...¡Ah!,¡Tres!...

El de lentes lo observaba, su trasero ya estaba tomando un color rosa con sólo unos golpes. Se detuvo para acariciar esa zona un momento, sacándole escalofríos al menor.

-Dime, ¿alguna vez tus padres te golpearon?-acaricia suavemente.

- No te interesa-susurra.

- Debes de estar bromeando- jala del cabello al otro y acerca su rostro a el- ¿te gusta que haga esto No?, porque hasta parece que lo haces a propósito-susurra en su oído para después lamer este.

Lo soltó de repente y lo bajo de sus piernas para sentirlo en ellas. André lo miro con un poco sorprendido y trato de levantarse, pero Esteban lo mantuvo en sus piernas mirando lo fijamente a los ojos.

-¿Lo haces a propósito cierto?- dice riendo.

-Claro que no, si lo hiciera a propósito no trataría de bajarme de ti.

Se observaron por un momento, un momento muy incómodo, o bueno, fue incómodo para André, para Esteban fue más bien un momento donde se podía burlar mentalmente del chico que estaba en sus piernas. Lo bajo de el y le regresó la sabana con la que se había estado cubriendo anteriormente.

-¿A dónde vas?-pregunto viendo como se alejaba hasta la cocina.

-Tengo hambre- lo observo un momento y entro a ese lugar.

Lo había hecho pasar por una situación muy vergonzosa para nada, el hombre se había ido a comer, dejándolo a el solo en medio de la sala, con una sábana que apenas y cubría bien su torso. No dijo nada, ya había lidiado con gente como el en el pasado, no valía la pena molestarse realmente, y aunque quisiera, no podía hacerlo, tenían un contrato, y si el quería el dinero, debía de cumplirlo.

。:。✧Past Problems✧。:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora