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El mal tiempo junto con la mala suerte de JaeHyeong  era digno de una película de terror. Había quedado barado en medio de la lluvia a mitad de una carretera sin pavimentar en camino a una brigada típica de su profesión, la luna estaba oculta detrás de las nubes dejándolo en la completa obscuridad.

La idea de pasar el resto de la noche en su vehículo no sonaba tan mal de no ser por el hecho de que no había cenado ni comido nada, su auto se había apagado dejándolo sin luz y sus dolores de espalda empeorarían si no encontraba una cama apropiada para el.

Entonces decidió que podía lidiar mejor con un resfriado que con dolores musculares.

Tomó el único maletin que llevaba consigo para abandonar su auto a orilla de lo que se definía como "carretera" y buscar un hotel o una casa de huéspedes, cosa que no iba a ser nada fácil tomando en cuenta que estaba en medio de la nada. Sin embargo fue mayor su sorpresa cuando vio un edificio algo anticuado no muy lejos de su punto.

Fue ahí cuando empezó a correr, creyendo que su mala suerte quizás no era tan mala después de todo.

Así que con una maleta y un poco de esperanza llegó a la entrada del edificio, que si lo pensaba mejor, parecía un castillo. Alto, con muchos cuartos y algo viejo. Se sintió afortunado al leer "Hotel" escrito en un pedazo de madera al costado de las altas puertas de metal.

Empujó estas mismas rompiendo con el silencio de la noche al hacerlas rechinar y revelando un interior más impresionante que el exterior.

Paredes altas cubiertas de un tapiz de color claro con columnas cubiertas de madera obscura que contrastaban el piso del mismo material iluminadas por una luz algo verde, sillones de cuero negro rodeando la alfombra central en un intento de no hacer sentir tan vacío la gran recepción que ocultaba en el medio otro par de puertas metálicas detrás de una gran barra de la misma madera de las columnas con unas grandes escaleras a la derecha de esta misma.

Sin embargo, lo que más resaltaba no era el candelabro que colgaba del medio de la habitación, si no los tres hombres que discutían algo en voz baja antes de notar la presencia del pelirrojo con su abrigo y bufanda derramando agua por donde pasaran. El más bajo de los tres, aquel de pelo grisáceo se le acercó con una sonrisa más cálida de lo seguro.

—Vaya... hacía tiempo que nadie nos visitaba. Bienvenido. — Habló con una voz dulce y tersa, mientras tomaba de la fría mano del más alto su pequeño maletín. —Pasa, no te quedes en el frío.

Así hizo, admirando la decoración y deteniendo su mirada en los dos chicos restantes que lo miraban curioso, con una expresión que no podía descifrar y que tampoco se dio el tiempo de hacerlo ya que el de saco a rayas y el único que le había dirigido la palabra por el momento comenzó a hacer las preguntas rutinarias para su estadía.

—¿Cuál es tú nombre?

—Lee JaeHyeong

—Otro Lee... — Comentó el ahora recepcionista de manera vaga.

Jae sabía muy bien que Lee era un apellido común así que simplemente rió tratando de calmar su propio temblor ganándose una mirada y una corta sonrisa del más pequeño quien a penas terminaba de escribir.

—Soy Woosung y ellos son DoJoon y Hajoon, mis hermanos.— Comentó señalando con su mano a cada uno, quienes mantenían sus caras serias. —Hajoon, lleva sus cosas a su habitación, DoJoon, consigue ropa. No queremos que se enferme nuestro invitado.— Ordenó sin quitar esa sonrisa del rostro y cada quién tomó sus respectivas tareas. —¿Quieres un café con pan?

Y el estómago de JaeHyeong habló por él.

bad weather - jaehyeong (jaehyeong harem) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora