Nunca regresó

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Escuchamos la puerta del sótano abrirse, el hombre de barba estaba bajando con dos chicas nuevas. Las chicas eran menores de 13 años, niñas inocentes y con un alma pura, mis ojos cristalizaron al verlas.
Juana decía que odiaba ver como los hombres traían a chicas nuevas, porque les arrebataban la inocencia de sus cortas vidas, pero ese día enfureció como nunca, se balanceo sobre el hombre tirándolo al suelo y lastimándole el ojo

-¡CORRAN, ESCAPEN!- nos gritó ella

El hombre intentaba sacarse a Juana de arriba y nosotras intentamos escapar, subimos las escaleras lo más rápido posible pero en la puerta nos detuvieron dos hombres, tenían armas, nos preguntaron en modo de amenaza que si hoy queríamos morir.
Sentí un temblor en mi cuerpo, era el miedo.
Los dos hombres entraron al sótano y nos arrinconaron en una esquina, agarraron a Juana a la fuerza y se la llevaron.

-Se la llevan al hoyo negro- dijo Cielo a punto de llorar.

No quería creerle, yo solo pensaba que Juana iba a volver sana y salva. Pero no fue así, me quede despierta toda la noche esperándola, nunca regresó.

AL día siguiente me entere algo que me destrozó aun más.

-La chica que nos llevamos ayer no va a volver nunca más, ¿¡ES TAN DIFICIL SEGUIR LAS MALDITAS REGLAS!?- dijo enojado el hombre de barba mientras pateaba la pared.

Di un salto de susto.

- Ojalá te mueras- musité con enojo

El hombre me dirigió una mirada intimidante, se acercó hasta mí y me agarro del cuello

-No vales nada, ni ahora ni con gusanos, por eso tu papá te vendió- dijo mientras me soltaba al ver que me estaba quedando sin aire

Se me hizo un nudo en la garganta, agache mi cabeza, no lo creía, mi papá, el hombre que me crío, jamás me haría algo así.

L I B E R T A DDonde viven las historias. Descúbrelo ahora