Inevitable |Larry Stylinson|

1. Amor.

Louis desde niño siempre supo que su vida estaba en los libros. Allí pertenecía.

En leer palabra tras palabra; pasando horas riendo y llorando por cada sentimiento experimentado por él y los personajes. Dejándose llevar por la magia que en ellos existía.

El primer libro que había leído lo hizo a la tierna edad de siete años. El Principito. Louis lloro cuando acabó el libro. Esa noche, en su cama, con sus ojos rojos, hinchados y húmedos, aprendió una gran lección, la cual juro nunca olvidar: Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos.

Desde entonces, el mundo de la literatura se abrió para él.

Se enamoró de la poesía, la tragedia y el amor prohibido gracias a William Shakespeare, Pablo Neruda, Julio Cortázar y Oscar Wilde.

Se enamoró del terror y el suspenso gracias a Stephen King, Edgar Allan Poe y Bram Stoker.

Se enamoró de la fantasía y lo sobrenatural gracias a J.R.R. Tolkien, George R.R. Martín y J.K. Rowling.

Se enamoró del erotismo y deseo gracias a Marguerite Duras, Curt Leviant y Marqués de Sade.

Se enamoró de la ciencia ficción gracias a Ray Bradbury, Isaac Asimov y Arthur C. Clarke.

Se enamoró de la filosofía gracias a Aristóteles, René Descartes y Arthur Schopenhauer.

Si le llegarán a preguntar qué cuál es su escritor favorito, sin duda alguna respondería que Charles Bukowski. ¿Su libro favorito de ese escritor? “You get so alone at times that it just makes sense”. ¿Su frase favorita de aquel libro? “Algunas personas nunca enloquecen. Que tortura de vida deben llevar. Personas condenadamente aburridas. Poblando el mundo, procreando personas condenadamente aburridas… Que horrible espectáculo imaginar la tierra poblada de ellos”

Y así es su vida desde entonces: su vista sobre un libro y un café a su lado. No necesita nada más que eso.

¿Es asocial? Si, y no le importa. ¿Esta solo? Si, ama la soledad. ¿Es introvertido? Si, y mucho. ¿Odia a las personas? Él odia a todo el mundo. ¿Se quiere enamorar? No, el vive del amor de otras personas. Vive del amor de los personajes de su libro. No se quiere enamorar, pues sabe que el amor como se muestra en los libros no existe, por lo tanto no quiere experimentar el de la vida real; el cruel y despiadado amor de la vida real.

Toda su vida se basa en eso. En llegar a su apartamento, totalmente solo y silencioso, después de un largo y arduo día en la universidad, comer algo suave y sentarse en su sillón o acostarse en su cama a leer por largas horas.

Muchos pensaran que su vida es aburrida y sin sentido, pero para él no lo es así. Realmente, eso es todo lo que alguna vez deseo.

Muchos extrañan no tener un pecho en el cual acurrucarse al llegar a casa. Muchos extrañan no tener unos labios dulces y suaves a los cuales darles las buenas noches. Muchos extrañan no tener una voz cálida y amorosa que les de los buenos días. Muchos extrañan no tener unos brazos reconfortantes que los abrace en las noches frías. Muchos extrañan no tener una voz dulce que les susurré suavemente al oído que todo estará bien después de tener una pesadilla. Muchos extrañan no tener a alguien que seque sus lágrimas y le abrace hasta que sienta que todo estará bien.

Louis no extraña nada de eso, porque siendo sinceros, no se extraña lo que nunca se tuvo.

Así que en ese momento, conduciendo a su universidad, mirando el cielo oscuro que se cierne sobre todo Londres, se pregunta por primera vez en toda su vida...,el si está haciendo lo correcto con su vida; aislándose de todo y todos. Encerrándose en si mismo, siempre diciéndose a sí mismo una y otra vez que estar solo es lo mejor.