¿nueva familia?

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Un fuerte aroma a medicamento golpeó su olfato, sentía frío y el punzón de la intravenosa que atravesaba la piel de su muñeca, una mascarilla de oxígeno cubría desde su nariz hasta su mentón. Reaccionó, estaba recostado en una rígida camilla de hospital.
Escuchaba un par de voces que sostenían una conversación casi inaudiblemente, estaba levemente mareado.

- ¿cómo están papá y mamá?- fue lo primero que salió de su garganta rasgada. Sus ojos aún no lograban enfocar del todo bien y un sentimiento de vacío inundaba su ser, no quería hacer nada, no tenía ganas de absolutamente nada, su mente seguía en blanco, no podía recordar lo sucedido.
Su rostro se torció en una mueca de confusión, no sabía el porque de ese impulso, no recordaba como llegó allí, no recordaba su nombre siquiera, su rostro se tornó en confusión.

Un hombre que vestía de blanco y una mujer rubia de cabello corto y alborotado enfocaron sus miradas hacia él, la mujer fue lentamente hasta su camilla. Lucía indecisa y hasta cierto punto asustada, miraba con cautela a eijiro; ella pareció notar su confusión y actuó astutamente- ¿Recuerdas tu nombre?- preguntó pasivamente.

Su confusión aumentó, no recordaba absolutamente nada.
Sintió la intravenosa punzar fuertemente y cuando reaccionó se encontró en el suelo vomitando dentro de un balde metálico, el agrio sabor del vómito se encontraba por todo su paladar y percibía las voces de sus acompañantes- cariño, por favor cálmate- pedía con desesperación la mujer mientras sobaba su espalda y ocasionalmente le daba palmaditas.
Su cuerpo se retorcía en arcadas y su abdomen se contraía dolorosamente mientras que su garganta se ampliaba al expulsar todo lo que salía de su estómago, era una sensación horrible.
Sintió aquel momento tan eterno hasta que el vómito ya no salía y su cuerpo se sentía horriblemente pesado, el hombre retiraba la intravenosa mientras la mujer lo sostenía por los hombros.

Levantó la mirada y la mujer susurró un "Todo va a estar bien". Un par de  enfermeras permanecían de pie atentas a el pedido de el doctor, pedía sedantes y analgésicos.
Su respiración era irregular y su cuerpo temblaba levemente. - ¿Puedes ponerte en pie?- preguntó el hombre, tendiendo su mano en dirección a eijiro.
Lo intentó, sus piernas pesaban y su cuerpo se tambaleó perdiendo el equilibrio, estuvo a punto de impactarse contra un pequeño buró que sostenía agua, medicamentos y unas cuantas vendas.
Lo tomaron por la cintura y su espalda se recargó contra la dura camilla para después poder recostarse adecuadamente.

-Tu cuerpo está débil, no debes hacer esfuerzos innecesarios o vas a empeorar la lesión, por ahora sufres de amnesia, pero necesito examinarte para poder valorarte y después podré diagnosticarte correctamente, es mejor que descanses- indicó el hombre. Dio una leve reverencia para después dejarlo a solas con la mujer.

- Duerme un poco, más tarde podrás comer algo, ¿bien?- eijiro asintió suavemente.
La mujer besó su frente y salió de la habitación.
Miró el cielo oscuro a través de la pequeña ventana frente a su camilla, seguía curioso y necesitaba saber porque llegó allí, trató de enderezarse y su abdomen crujió. Con sus manos comenzó a palpar su estómago por debajo de su camisón y descubrió que estaba enredado en vendas; después de un rato, decidió dormir un poco.

¿Hermanastros o algo más?    Kiribaku/BakushimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora