Hace más de una hora que estaba corriendo, más bien escapando. Jamás creí que invocar a un espíritu causaría tantos problemas.Pero vamos ¡Es viernes por la noche! Tenía que encontrar una manera de divertirme.
Deje de correr cuando llegue a casa. A decir verdad mi casa daba escalofríos.
Al entrar encontré a mi tía (hermana de mi abuela) atendiendo a una cliente. No es por presumir, pero mi tía se ha hecho millonaria por su trabajo. Era una bruja, una muy buena.
-Al fin llegas querida.-dijo la tía Rachel.
-Ah, si tuve, tuve algunos inconvenientes.-hable y sonreí forzadamente. Estaba agitada de tanto correr.
-Bueno. Ve a la cocina tu primo Eddie te espera.- después de eso empezó a atender a su cliente y yo, como la chica obediente que soy (seguro), fui a donde mi primo.
-¡Hola Eddie!¿Que haces?¿eso es agua de calzón?.- pregunte al momento de ver los ingredientes.
-No seas boba Alex, si esto fuera agua de calzón necesitaría tripas de pulpo para que hiciera efecto¿¡Sabes lo difícil que son de conseguir esas cosas!?.-exclamo estresado.
-Cierto.-reconocí elevando mi mano en forma de puño con el dedo índice alzado.- ¿Entonces qué haces?.-pregunte, nuevamente.
-La tía Rachel me pidió que invocara a un niño.- dijo después de verter ceniza de caballo en la caldera.
-Vaya...¿puedo ayudar?.-pregunte ilusionada. Amaba invocar espíritus,en especial si eran de niños.
-Solo si prometes cuidar de él cuando venga de visita, sabes que si los invitas volverán.- bufo y siguió con el hechizo.
-Vale, ahora hagamos ese hechizo.- exclamé feliz dejando mi bolso sobre una mesa.
-Necesito cabello de hámster.- busque el cabello entre tantos frascos, lo encontré y lo puse en su mano.-Ahora un poco de cristal.-le pase un trozo del material antes mencionado, después lo introdujo en la caldera.- bien, solo tenemos que esperar y lo llamaremos.
-¿Cuál es su nombre?.- pregunte
curiosa.- Simón,su nombre es Simón.- en cuanto mencionó su nombre una gran llama de fuego verde salió por la caldera.-Nuestro invitado a llegado.
-Hola queridos anfitriones.-Una voz se escuchó por la cocina, nos dimos la vuelta y me percaté de que él niño era muy pequeño, debió ser una tragedia morir tan joven.- Soy Simón, pero supongo que ustedes ya lo saben.
Simón era pequeño y pálido, supongo que es porqué está muerto, sus ojos eran de un hermoso color violeta, y sus facciones eran finas.
-¡Hola! Yo soy Alex, bueno en realidad es Alejandra, pero tú puedes llamarme Alex y él es Eddie, mi primo.- dije entusiasmada.
-Edward.- hablo mi primo con amargura.
-¿Como Edward La Fontaine? Él era un gran brujo, fue mi amigo, pero es evidente que morí antes de que él fuera reconocido.- ¡Su voz era demasiado tierna!.- Bueno,¿por qué me invocaron? Digo, son niños ¿por qué lo harían?.- pregunto, ¡Alto! ¿Me dijo niña?.
-¿¡A quien le dices niña, maldito hijo de Lucifer!? Tengo 13 años ¡13!.- Grite, odio que me digan niña.
-Deberías controlar ese temperamento señorita, sigue así y ningún espíritu del mas allá querrá venir.- dijo en tono de burla. Bien, fue una mala idea invocarlo.
-Como sea, la tía Rachel quiere verte, esta en la sala de estar.- hablo Eddie cansado. He de admitir que mi primo es un poco ( demasiado) amargado.
-Claro, me retiro.- simplemente se esfumó de la habitación.
-Tu tienes que ir al búnker.- Eddie apuntó la puerta a la salida de la cocina.
-¿Por qué? Aún no es noche de Luna azul.- dije.
-Solo ve. Ahora.
No tuve mas opción que obedecerlo e ir al búnker.
YOU ARE READING
La bruja del hilo rojo.
Teen FictionAveces es fácil tener una doble vida, otras es difícil mezclar ambos mundos.