My Alpha || Boys Love • Omegaverse [Finalizado]

2.-Atacado

---¡Necesito ver a Dylan Howald.!---escuché al otro lado del pasillo un alfa gritar y a un profesor tratando de sacarlo.
---Dylan, te buscan---era Karina que me tomó de la mano poniéndome detrás suyo para acercarnos al alboroto antes de que pase a más.
---Alto alfa, ¿Para qué buscas a Dylan.?---preguntó seriamente sin soltar mi mano.
---¡Dylan.!---sonrió aliviado al verme---Dylan Howald, he venido a entregarte esto en nombre de mi jefe---explicó sacando de su bolsillo una carta con un sello muy fino---El resto del regalo está afuera, ya que no me dejaron dárselo por favor vengan conmigo por el.
---Bueno, salgamos---dijo Karina aún tomando mi mano.
---S-si---respondí susurrando.

Después que salir en la entrada estaba una limosina y un tipo vestido de traje sosteniendo un enorme ramo de rosas y un peluche de más o menos mi estatura.
---¿Ahora es un riquillo el que te pretende.?---preguntó Karina algo desconcertada.
---Eso parece.
---Acérquese, por favor reciba los---pidió el alfa trayendo el ramo de flores y el peluche.

---Umh, claro---respondí tomando el ramo y Karina el peluche, hizo una breve reverencia y se marchó en la limosina sin siquiera decir de quién era tal regalo.
Entramos de nuevo al instituto y Karina sólo me miraba esperando alguna reacción o comentario pero yo sólo estaba en shock tratando de entender qué era lo que acababa de ocurrir.
---¿Qué hago con esto, Dylan.?
---Realmente no lo sé, supongo que junto a los​ otros, se los daré a mi hermana menor, últimamente ya no hay espacio en casa---le sonreí apenado.

---Está bien ve a clase yo me encargo.
---Gracias Kari---le di un corto abrazo y corrí a mi clase a la cual seguramente llegaría tarde, sólo espero no haya comenzado ya.
Después de unas horas las clases habían finalizado y el día de hoy me tocaba hacer limpieza junto con otros compañeros de clase y Alan, lo cual me pareció bien, digo, como todo omega instruido para el futuro hogareño sé lo básico de limpieza, crianza, modales, etc..

Al terminar los demás chicos salieron corriendo a sus casas y Alan y yo decidimos caminar un rato por un parque cercano, estaba oscureciendo y estábamos cansados pero talvez relajarnos era lo que necesitábamos antes de ir a casa.
---Hey Dylan, iré a traer una ​bebida de la máquina a la vuelta, ¿Vienes o me esperas.?
---Te espero, en la banca de allá---señalé una banca vacía bajo un árbol.
---Está bien, no tardo---respondió antes de salir corriendo fuera de mi campo de visión.

Tranquilamente me senté a esperar pero tardó un poco más de lo esperado, me comencé a preocupar así que tomé mi teléfono y pensé en llamarlo pero antes de que pudiera hacerlo un aroma invadió mis fosas nasales, era extraño, no fue la primera vez que lo olía, era delicioso, su olor a menta y chocolate amargo me hizo voltear y ver sí había alguien a mi alrededor, pero no miraba a nadie.

Decepcionado bajé la cabeza hasta que sentí un ligero roce en mi cabello haciendo que instintivamente me levantara..
Era un sujeto, uno muy extraño, era mucho más alto que yo y sus ojos no dejaban de recorrer mi cuerpo incómodando me, por su aroma diría que se trata de un alfa pero... Algo no andaba bien, era diferente, más fuerte..
---¿Quién eres tú.?---pregunté a la defensiva.
---Tranquilo pequeño, sólo quiero que pasemos juntos un buen rato---terminó apenas de hablar y trató de acercarse pero instintivamente retrocedí.

En mi interior estaba muerto de miedo, su olor se hacía cada vez más fuerte, no era nada atrayente, al contrario parecía desagradable e indefinible..como si estuviera en..
---Celo---murmuré quedándome paralizado dando tiempo para que éste se abalanzara sobre mí inmovilizando me.
---Vaya, ¿No pones resistencia.?---dijo con voz burlona mirándome con una sonrisa que me hacía temblar de miedo.
Reaccioné tratando de escapar pero era inútil él me tenía contra el piso, no podía levantarme, era más fuerte que yo por obvias razones.

---Qué lindo eres---susurró mientras con su mano acariciaba mi mejilla limpiando las lágrimas que brotaron de mis ojos sin darme cuenta.
¡No, no no no.!
---De-déjame ir por-favor...---rogaba con un hilo de voz tartamudeando, maldigo ser omega en este momento, maldita sumisión instintiva.
---De ninguna manera, hoy tú serás mío---apenas terminado de decir eso sentí como una de sus manos se adentraba dentro de mi camiseta hacia mi abdomen y llegado a mis pezones que comenzó a pellizcar haciendo que suelte un pequeño gemido lastimeño, esto es tan asqueroso que quiero llorar.
---¿Parece que te gusta, no dulzura.? No te muevas---estaba temblando no quería que esto pasara, pensaba qué hacer mientras gemía en voz baja por la acción de ese sujeto, maldito cuerpo omega tan sensible.
---Aamh, p-por favor, d-déjeme ir..---pedí llorando.
---Pero sí nos estamos divirtiendo, además esto apenas empieza.

Miré cómo se medio levantaba dejándome atrapado por sus piernas, podía mover mis brazos pero era inútil, comencé a sentir que me desabrochaba el pantalón, eso hizo que me alarmara y quisiera gritar pero antes de que pudiera hacerlo tapó mi boca.
---Sí gritas por ayuda, te mato---gruñó sacando una navaja de su bolsillo y apuntándola a mi cuello, quitó la mano de mi boca pero no traté de gritar, temía por mi vida---Qué buen aroma tienes---dijo olfateando mi cuello y lamiendo lo..

¡Alguien, quién sea, ayúdenme.!

Su mano derecha estaba apoyada al lado de mi cabeza sosteniendo la navaja mientras que su otra mano se deslizaba por mi entrepierna provocadome gemidos que intentaba ahogar.
---Mmnhh---mi voz se quebrada al sentir su mano estimulando mi miembro por sobre la tela del bóxer, mis gemidos se hicieron más fuertes en contra de mi voluntad.
---Mira que gimiendo así debes estarlo disfrutando---sonrió en tono burlón mientras levantaba mi camisa dejando expuesto mi pecho---Qué linda piel tienes y esos pezones se ven apetecibles---murmuró comenzando a lamer y mordisquear uno provocando gemidos más fuertes y un gran asco en mi interior.

Mis pantalones comenzaron a bajar y mis lágrimas se hicieron más gruesas, entre gemidos de dolor y placer noté que alguien se acercaba por su singular olor.. Me parece conocido.

De repente un jóven alfa que ya había visto varias veces antes jaló del cuello de la camisa al tipo tirándole lejos de mí.
---¿Estás bien.?---preguntó con voz amable y suave.

---S-si..---respondí tartamudeando y arreglando mi ropa aunque permanecí en el suelo, si intentaba levantarme seguramente caería de rodillas.

Noté que este recién llegado alfa golpeaba al otro hasta dejarlo K.O fuera de combate, desmayado.
Un terrible escalofrío recorrió mi cuerpo al verlo mirarme.
---Vamos te ayudo---dijo repentinamente acercándose y extendiendo su mano hacia mí provocado por reflejo que me encogierá hacia atrás soltando un leve chillido.

NOTA: En un instituto fundado por omegas, a los omegas más populares o débiles se les asigna un cuidador beta con bastante fuerza física e inteligencia (lo cual cuenta en su calificación escolar) para protegerlo, ayudarlo y evitar posibles problemas.

El instituto tiene tres edificios uno de alfas, otro de omegas y otro de betas.

Aparentemente todos los omegas reciben regalos de los alfas que les pretenden, pero sólo los más codiciados tienen grupos de admiradores que protegen a sus omegas de cualquier alfa pervertido fuera de la escuela, así la jerarquía lograba coexistir bajo las nuevas reglas Omega.

[Corregido]