🍑Parte 3🍑

1.1K 102 37
                                    

Tus dedos delinearon lentamente mi espalda mientras bajaba tu ropa interior. La habitación olía a sudor, tu cuerpo brillaba y temblaba, mientras mi cuerpo era controlado por el placer.

Me besaste lujuriosamente mientras disfrutabas de mi sucio tacto, podía sentir tu duro sexo mientras mis manos recorrían tus piernas, bendito sea lo que te enseña el porno. Tus manos acariciaban mis sudorosos cabellos mientras te besaba, era delicioso como nos disfrutábamos el uno al otro. Nos separamos y un hilo de baba nos seguía uniendo, causándome cierta ternura nuestra reacción de timidez ante eso.

—Estas haciendo increíble cariño.— me derretí con ese apodo meloso, simplemente pude sonreírte antes de llevar mis manos a tu pene erecto. Un pequeño gemido salió de tus labios al comenzar a tocarte. Tenía ganas de intentar esas cosas que veía por internet, quería poder probarte.

—Bonito tamaño.— solté para verte rojo y nervioso al mismo tiempo. Pude ver ese sonrojo en tus hermosas mejillas, quería simplemente comerte.

Mi mano lentamente toco tu longitud, siendo totalmente lento a la hora de mover mis dedos. Escuchaba tu respiración acelerarse mientras tus piernas se movían, mostrando como cierto placer ponía tu cuerpo inquieto.

—Chan...- te mire atentamente a tus ojos y acerque mis labios peligrosamente a los tuyos.

—Déjate llevar.— ataque tu boca sensualmente mientras mi mano seguía con el constante movimiento.

Intentaba parecer muy seguro de lo que estaba haciendo pero en verdad estaba muerto de miedo, no sabía que estaba haciendo exactamente pero parecía que lo disfrutabas.

Podía sentir tus gemidos sobre mis labios mientras tus manos se agarraban fuertemente  a mi espalda, me sentía demasiado excitado y mi bóxer hacia doler mi erección. Tu torso tenía un poco de sudor que se pegaba al mío, todo era tan jodidamente excitante que parecía irreal.

—Jun... Dios...— poder sentir tus gemidos, ver tu cara de excitación y tenerte a mi merced era la mejor experiencia que he tenido en mi vida.

Subía y bajaba mi mano, tú carita estaba roja mientras mordías tus labios, acerque mi boca a ti nuevamente y empezamos un beso húmedo, mezclando nuestras salivas sin importarnos nada, era delicioso. Podía perderme en todas las sensaciones que estaba sintiendo, el simple hecho de pensar

Sin pensarlo dos veces volví a bajar mis ropa y dejé mi pene expuesto. Tu solo miraste confundido hasta que junte nuestros miembros y comencé a hacer los mismo movimientos de antes entre ambos. Tu primera reacción fue un fuerte gemido mientras yo comenzaba a sentir ese mismo placer de antes. Tus uñas raspaban mi espalda mientras comenzabas a perder el control igual que yo.

—Chan... Más rápido...— gemiste mientras te dejabas caer en la cama dejando tu cuello totalmente expuesto. Nuestro pre-semen se mezclaba en nuestros miembros mientras mi mano subía y bajaba cada vez con más velocidad, el placer nos estaba controlando totalmente.

Me sorprendí cuando tus manos se unieron a las mías para hacer aún más rápido el movimiento. Tus gemidos cada vez sonaban más agudos, más excitantes, también mi nombre salía de tus sucios labios los cuales estaban rojos e hinchados mientras una capa de saliva los lubricaba, eras demasiado sexy.

—Junnie.— gemí haciendo presión en nuestros sexos, sintiendo una electricidad la cual me hizo gemir fuertemente. ¿Por qué nunca había hecho eso antes? A verdad, porque era un solterón.

La habitación estaba totalmente acalorada, ya no teníamos control de nosotros y solo quedaba dejarnos llevar, llegar al final de este acto y así fue. Fui el primero en correrme, gimiendo muy fuerte tu nombre, a los pocos segundos tú terminaste, soltando un agudo gemido el cual fue interrumpido por un beso mío.

Había sido increíble, ambos podíamos ver lo satisfecho que estábamos, nuestros ojos nos delataban.

Tus desordenadas sábanas nos cubrieron mientras recuperábamos el aliento recostados en tu cama. Mi cuerpo temblaba al sentir tu pie rozar con el mío y luego tu respiración chocando con mi cara.

—¿De verdad esta es tu primera vez haciendo algo así?— dijiste haciéndome reír.

—Si, es mi primera vez teniendo intimidad con alguien.

—¿Cómo demonios aprendiste a hacer eso?

—Junnie, existe algo llamado pornografía que personas de mi edad ven normalmente cuando están calientes. Y uno puede descubrir muchas cosas de esta.

—Wow, debes de ver mucho.— comencé a reírme ante el comentario tan divertido, Junnie era un idiota.—Quiero que me prometas algo.

—Depende de que sea.

—Todo lo que aprendas de eso debes sólo aplicarlo en mi.

—Que promesa más tentadora.— sonreíste al darte cuenta de mi pícaro tono de voz. Tus labios se acercaron tentadoramente a los míos y pase mi lengua en tus labios.

—Solo en mi Lee Chan.

—¿Y si es para mi?

—Siempre en frente mío.

—Wen caliente Junhui por favor, no voy a estar cerca tuyo siempre.

—¿Vídeollamada?

—Estas enfermo.— reí para después ser tomado por sorpresa por un pasional beso de él. No supe cómo reaccionar, pero seguí tus labios.

—Me llamas.

—¿Tiene que ser videollamada? La idea de que te imagines como me complazco me agrada.— mordiste tu labio inferior y asentiste.

Tus brazos me acercaron a tu cuerpo, el cual me acogió agradablemente. Un silencio nos cubrió, nuestras respiraciones era lo único que escuchábamos mientras descansábamos. No podía sentirme más cómodo, era como un sueño pero mil veces mejor.

—Te quiero Chan.— soltaste de la nada,avergonzándome.

—No digas esas cosas.

—¿Por qué? Es lo que siento.— me avergoncé más.

—No estoy acostumbrado...— te mire y sonreíste cálidamente a mi nerviosismo.

—Acostúmbrate, pero soy muy expresivo.— acercaste mi nariz para rozar la tuya, me sentí especial.

Nuestros cuerpos se relajaron y caímos en una tranquila siesta, nuestros cuerpos acurrucados en tu colchón mientras estos rozaban entre ellos, causándonos paz.

El tiempo pasaba y yo descansaba en tu cuerpo, olvidando completamente todo lo que había hecho mientras recuperaba un poco de energía y almacenaba tu olor en mis fosas nasales, deleitándome de tu perfume, del agradable olor que soltaba tu suave melena que me acariciaba la frente.

Nada podía ser mejor que eso, absolutamente nada, o así se sentía.

Tus brazos son el mejor refugio Wen Junhui.

¿Quién es? [O.S Juno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora