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Insoportable. La situación se estaba volviendo insoportable para Sicheng.

Se estaba viendo envuelto en una situación donde su presencia ni siquiera era requerida. Él no era el omega embarazado ni el alfa imprudente, entonces... ¿en qué diablos estaba metido?

Claro, hay una respuesta fácil "Nakamoto Yuta" su agradable y estúpido novio, quien en un arranque hormonal cayó en la trampa. Winwin seguía sin creer que era un accidente, por Dios, no tenía dos dedos de frente. Podía recordar perfectamente la sonrisa de triunfo de Lee, recordaba todo tan bien por lo terrible que se sintió ese día.

Salió de sus pensamientos, que internamente deseaba no haberlo hecho. Podía ver como Taeyong restregaba su cara en la espalda de Yuta, sediento de afecto, rogando por el buen alfa que creaba una especie de protección para Taeyong y cachorro. Odiaba sentirse el otro, odiaba sentirse el que toca el violín. ¡Era él el que tenía la linda mordida en su cuello!

Era inevitable irritarse, más por los gestos de superioridad que Taeyong le dedicaba. El chino en su mente no podía dejar de pensar "¡Demonios, Lee Taeyong, súperame y metete en tu vida!" Pero lamentablemente el omega embarazado tenía un control desagradable en el cuento de hadas de Yuta y Sicheng.

Se estaba poniendo de nervios (de nuevo), su omega no dejaba de rasguñarle en el interior, gritando por su alfa. Quería aullar de desesperación, la marca de su lazo picaba como si le quisiera comentar algo y parecía querer cobrar vida para escaparse del momento, volar a otro universo donde esto no haya sucedido. Donde él sea el embarazo.

Tan solo quería tener su lugar y ser la prioridad de nuevo.

En cambio Yuta, estaba tenso pero feliz. No era algo que esperará, sin embargo ya era parte de él. No podía mentir, su corazón se arrugaba de solo pensar en su omega que indirectamente estaba siendo abandonado. Las cosas no debían ser así pero cada acto tiene una consecuencia y tiene suficiente madurez para afrontarlo.

Tenía una buena excusa para dejar de lado a su omega momentáneamente, si no era capaz de romper su lazo con Sicheng, al menos debe darle todo el calor emocional a su bebé. Brindarle todo lo humanamente posible para mantener a su criatura a salvo.

Era tan díficil, fuera de todo, Nakamoto era un alfa común, no era mago para romperse en mil pedazos y brindarle su atención a todos. No podía mostrarse débil ni perder el control, no quería saber que tan manipulable podría llegar a ser debido a su cachorro. Taeyong era inteligente, había caído en su trampa una vez y esperaba no hacerlo de nuevo.

El instinto protector se hacía más presente a medida que días pasaban, debía ser un buen jefe de familia y darles todo a todos, o al menos intentarlo. Aunque aún no tenía bien definido que destino le daría a la situación, estaba seguro que no quería perder a ninguno de los tres.

La carga en sus hombros era inmensa pero quería creer que podría con todo.

Sayonara hitori  -Yuwin/Yutae [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora