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Taeyong podía pasar todo el día en la casa de Yuta y Winwin, a él no le importaba si eso afectaba a alguien. Buscaba la comodidad propia y no era un secreto, se había encargado de restregarlo en la cara de Sicheng cuántas veces pudiera.
Le sorprendía la habilidad que tenía el chino con la paciencia, también le enojaba. Él nunca podría tener una actitud tan bondadosa. Le enfermaba verlo siempre tan "pequeño" y hasta dudaba que realmente fuera así.

En su lógica, Winwin fue quien se metió entre Yuta y él. La tonta historia de la pareja ideal le importaba poco, él moría por estar con Nakamoto y tomaría cualquier oportunidad.

Estaba por entrar a la cocina pero su acción se vio interrumpida forzosamente, el par de tortolitos se encontraban en una poco agradable sesión de besos. Lee cambió su expresión por una sombría y posesiva. No le agradaba en absoluto la escena, deseaba tener ojos con rayos láser para partir el chino en trescientos pedazos.

Sicheng lo notó.

Taeyong sacó sus colmillos, queriendo proteger un territorio que no le pertenecía. Winwin se llenó de coraje, definitivamente el intruso no era él pero el omega de cabellos rojos lo hacía sentir así y no pensaba permitirlo más. Dejaría en claro cuál es su lugar en este momento.

Tenía que defenderse, sentía como poco a poco su conciencia dejaba de razonar para darle paso a su instinto animal, si mente estaba distorsionada y sus vista completamente cegada por la furia. En tan poco tiempo, se había retirado de los brazos de su amado, con la intención de abalanzarse y enseñarle a Taeyong a respetar.

Sin embargo, nada salió bien. Su cintura fue tomada con tanta fuerza que estaba seguro que los dedos se quedarían ahí marcados y por consiguiente, un terrible moretón se haría presente. Lo más triste es que fue a causa de su alfa, quién se encontraba como escudo de Taeyong.

Winwin se encontraba en el piso, sobando su pequeña cadera que en poco tiempo sería opacada por un terrible color. Sus codos dolían, caer en el piso no era nada agradable. En su mente se preguntaba:

"¿Era tan necesario usar su fuerza de alfa?"

Pero simplemente se mantenía anonadado, hasta el mismo Lee tenía una cara de impacto, nunca nadie se lo había esperado de Yuta. Un poco de culpa lo removió, no quería que esto pasará. Sabía que el dolor físico sería insoportable pero el emocional lo destruiría.

Nakamoto estaba impactado por lo que acababa de hacer, quería arrodillarse para rogar por perdón pero temía acercarse a Winwin y ser rechazado o peor, ver miedo en sus ojos. Se lo merecía pero no soportaría el dolor emocional que conllevaría las consecuencias de sus impulsivas acciones. Todo fue tan rápido que no tuvo el tiempo suficiente de analizar la situación, su corazonada paternal le impidió pensar con claridad.

"T-tenemos que hablar, Nakamoto"

La voz de Winwin salió tan indefensa y quebrada que la culpa incrementó, definitivamente debían hablar, ya mismo.

Sayonara hitori  -Yuwin/Yutae [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora