GEMELOS RUBIOS* (NARU-SASU-LEMON)

Capitulo 28: PELIGRO: "MI DEBER DE HERMANO"

Desperté de mi sueño junto a mi rubio, a pesar de estar a oscuras la claridad me permitía ver que estaba profundamente dormido con su rostro tan sereno y hermoso. Me quede por segundos admirándolo, revise mi reloj para saber la hora... ¡vaya! eran las 10:00, han pasado dos horas desde estar aquí estancados. Mire a mis alrededores a través de los espesos plásticos, los demás se veían agobiados esperando que volviera la electricidad a la maquina, desvíe mi atención en ese momento al Dobe al escuchar que susurraba algo entre sueños. Me acerque un poco a sus labios y aquellas palabras pronunciadas por mi rubio, me causaron la felicidad más grande de mi vida, el dijo algo que nunca espere oír, no al menos en esta situación.

—SASUKE... SASUKE TE AMO...

No sé que fue eso, pero ahora sin duda sabia que me amaba , se mantuvo así unos minutos ¿Podría ser que tuviera vagos recuerdos de mi? Después de todo, soñaba conmigo, sin embargo al cabo de media hora despertó como si nada hubiera ocurrido. Francamente eso me dolió, pero... no podía hacer nada contra la mente de mi Dobe, de él dependía recordarme, porque puedo jurar que me quiere de regreso en su vida, se que lo anhela y yo también lo deseo con todo mi corazón que me...Recuerde.





—Sasuke ¿piensas que se acuerden de nosotros?

—Mmm...espero...

O0OoooO0O

Todos estaban al tanto de la noticia, familiares, amigos miraban hacia arriba las vías por donde antes estaba el tren y ahora se encontraba en el interior de la cueva. Inmediatamente se llamaron a técnicos especializados , los cuales informaron que los cables fueron cortados intencionalmente y tomaría un periodo de dos o cuatro horas repararlo, desde lo lejos los causantes de tal problema observaban con una risita excepto Shikamaru que murmuraba la palabra "Problemático", Anko y Kakashi se mantenían a la espera de sus dos alumnos sentados en una banca, Takeshi miraba preocupado el incidente y Gaara sospechaba de que definitivamente la persona fría y egoísta se había desvanecido del cuerpo del rubio, ahora solo notaba a alguien queriendo recuperar un sentimiento perdido, lo único que podía hacerse era esperar.

El tiempo fue trascurriendo.

El azabache se mantenía en silencio al igual que el rubio mirando perdidamente hacía algún punto, ciertamente estar ahí solos y sin tener algo de qué hablar era incomodo, Sasuke moría por decirle quién era. Quería por todos los medios que lo recordara, pero bien sabía que podría causar algún daño a su sistema nervioso, asfixiante, se sentía de esa manera al no poder decirle de sus sentimientos. Confesarle que se enamoro sin darse cuenta, todo este tiempo había confundido Amistad con Amor, no eran iguales, fue tan distraído al no percatarse mucho antes.

Una sonrisa se poso es sus rosados labios al recordar el modo tan curioso de conocerse más de la cuenta, esto no paso desapercibido por Naruto quién lo miro embobado con esa sonrisa, al saber lo que estaba haciendo desvío su mirada avergonzado mirando por la ventana que claro estaba a oscuras frente a la pared de la cueva. Suspiro pesadamente, la verdad es que no había nada interesante que poder hacer, el moreno se recostó completamente sobre el asiento poniendo sus brazos detrás de su cabeza y cerrando sus ojos, dejándose llevar por recuerdos que hasta hace poco no recordaba. Uno de ellos era de la primera vez que conoció a Naruto, claro iban al mismo salón pero jamás tuvo intenciones de saludarlo o entablar conversación alguna, se mantenía con su grupo alejado de todo lo demás, todo estaba bien, siguiendo su curso hasta el día que se relaciono con Takeshi... una mueca de rabia se mostro en su rostro, ¡es cierto! ¡Lo engaño! según Naruto y claro no iba a dudar de lo dicho por él, Gaara, la persona que menos espero, no conocía mucho de él solo que era un miembro importante de Shuriken. De pronto miles de imágenes comenzaron a tener sentido en su mente como un rompecabezas que estaba a medio terminar, ¡Que tonto fue! ¿Por qué no se dio cuenta antes? Los tratos asía ese pelirrojo eran extraños, las sonrisas que Takeshi le demostraba, las miradas y el tiempo que siempre estaban juntos, un chasquido de su lengua que salió involuntariamente capto la atención del rubio, quién lo miro a los ojos.