Capítulo 29: LA LUZ O LA OSCURIDAD ¿A DÓNDE DEBO IR?

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Una completa oscuridad lo rodeaba. No sabía dónde estaba. Que día era. Qué hora. ¿qué estaba pasando... NADA.... solo que se sentía tan ligero y aliviado, lo que causaba un extrañeza en él, pero no le importo al ver delante suyo una armoniosa luz. Que emanaba una paz imaginable, extendió sus brazos permitiendo que esa luz cubriera su cuerpo.



—¡¡¡¡Doctor lo estamos perdiendo!!!!-anuncio la joven.


—¡¡¡Su pulso es muy bajo!!! ¡¡¡¡sus latidos lentos!!!!-dijo otra.



—¡¡¡A este paso no se salvara, denme el reanimador!!!-solicito serio.


El aparato se coloco en su pecho esperando la orden del doctor para comenzar.


—¡Listo!



—¡¡Ahora!! 1, 2 ,3 ¡¡¡despejen!!!


—Todavía sigue igual!


—¡Otra vez! 1, 2 , 3 ¡¡despejen!!


Una vida estaba a punto de dejar la tierra. Una luz que comenzaba a apagarse... y un rubio que derramaba destrozado un dolor inaguantable para su débil alma, se adentro a la sala viendo con horror a su hermano postrado en esa camilla inconsciente, con su torso desnudo mostrando las inmensas heridas. El sangrado había parado, pero también se detendría algo más... SU CORAZÓN.


—¡¡¡¡¡¡Takeshi!!!!!! ¡¡¡¡Takeshi no me dejes!!!! ¡¡Por favor....!!-gritaba desesperado tomando a su hermano por los hombros.



—¡Joven salga de aquí! ¡Está prohibido el ingreso de alguien que no sea del personal!-exclamó el doctor.


—¡¡¡¡¿¿QUÉ LE HACEN??!!!! ¡¡¡TRÁIGANLO DE VUELTA!!!-grito furioso.


La verdad es que no sabía cómo actuar en ese momento, ¿Cómo sentirse? La muerte de su madre fue dolorosa, y ahora perder a su hermano lo era aun más devastador.


—¡Retírese! ¡Y déjenos hacer nuestro trabajo!


—¡¡¡¡¡¡HERMANOOOOO!!!!!!


Las asistentes trataron de sacar al rubio a la fuerza, mientras el doctor junto a otra joven seguían con el procedimiento de resucitación, pero Naruto no quería. No deseaba dejarlo solo, las jóvenes comenzaban a desistir la fuerza del rubio era mayor a la de ellas, en ese momento la puerta volvió a abrirse permitiendo ver a otro individuo en la sala. El cual tras una disculpa a los profesionales; arrastro al ojiazul logrando sacarlo de la sala.


—¡¡¡Dios mío, su corazón se detuvo!!!-grito el doctor-¡¡¡Rápido aplíquenle otra descarga, que sea mayor a la anterior!!!


—Sí, señor. ¡Listo!


—1, 2 , 3 ¡despejen!

GEMELOS RUBIOS* (NARU-SASU-LEMON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora