Nada me detendrá. 《Keric》

Parte única.

|dedicado a The_Love_Shipper ♡|

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¿Por qué eso debía pasarle? Se preguntaba una y otra vez por qué siempre le ocurrían ese tipo de desgracias pero no hallaba respuesta.

Así que ahí estaba, enfrente de la puerta del departamento de su hyung cuestionándose sobre si tocar o irse a la calle e implorar que no le sucediera nada de camino a su casa.

—Va a matarme... –susurró para sí mismo pero acabó tocando la puerta, dos de la mañana, eran las jodidas dos de la mañana, cuando su hyung abriera lo mataría lenta y tortuosamente.

Y que el menor deseara que lo matara sólo si era a besos no venia al caso.

—¿Qué rayos? –escuchó la suave y somnolienta voz de su hyung del otro lado de la puerta, seguro lo había visto por el mirador de la puerta y comprendía su reacción, no todos los días una de las personas más cercanas a ti llega con el labio roto y un moretón en la mejilla a las dos de la mañana.

Si, Eric era bueno metiéndose en líos. Y si era por defender a los que quería deberían darle un Nobel porque en eso era el mejor.

La puerta se abrió y lo primero que sintió fue las suaves manos de Kevin sobre sus mejillas.

—Mira cómo estás, Son... –el mayor abultó sus labios ignorando el hecho de que el menor colocará sus manos en su cintura casi por inercia.

—Sé que estoy horrible, ¿Me dejas pasar, hyung?

—Si, ya entra. –Kevin se hizo a un lado y Eric se adelantó hasta llegar a la sala de estar, se sentó como si de su casa se tratara y esperó al mayor, este apareció a los minutos con una caja de primeros auxilios y una botella de alcohol en sus manos. —Más vale que me expliques esto.

Kevin murmuró enojado pero acabó tomando la barbilla del menor con sumo cuidado mientras aplicaba una pomada en el golpe de su mejilla, Eric se sintió un idiota por desear que volvieran a golpearlo sólo para tener los cuidados de Kevin Moon.

—Explícate.

Eric suspiró y dejó que su mano izquierda descansara en la cintura del mayor.

—Fue JinHo. –susurró y mordió su lengua ante la mirada de reproche de Kevin por lo que sin siquiera pensar empezó a excusarse. —¡Pero él ha quedado mucho peor, hyung, te lo juro!

Kevin suspiró reteniendo las ganas que tenía de regañarlo.

—Es que cómo se te ocurre–

—Habló mal de ti. –Eric lo cortó desviando su mirada y apretando el agarre en su cintura. —Eres tú, no pienso cuando se trata de ti. –el menor susurró y rascó su cuello.

Kevin mordió el interior de su mejilla, Park JinHo era su ex novio, habían terminado hace más de un mes cuando Kevin se enteró del engaño de este.

El azabache se había sentido mal en su momento pero no era cosa del otro mundo, o quizá no lo era porque Eric Sohn dos semanas antes de terminar actuó más como su novio que el mismo JinHo, Eric era a quien llamaba cuando estaba mal, con quien salía a celebrar cuando estaba feliz y quien lo hacía reír cuando sentía que no podía más.

Ese era Eric, la persona que hacía acelerar su corazón y al único al que le permitía estar tocando su cintura de esa forma, al único que podría abrirle la puerta a las dos de la mañana, y a las tres, cuatro, cuando viniese, Kevin siempre iba a poder recibirlo.