Faltaba poco para una fecha importante y todos en la casa de los Guerrico lo sabían, especialmente el pequeño Junior quién en unos días cumpliría 8 años. A pesar de todavía no tener amigos por ser nuevo en el colegio, su tío y sus hermanos lo convencieron de invitar a todos sus compañeros y así un tímido Junior fue banco por banco repartiendo invitaciones con la imagen de Spiderman.
El gran día llego y desde temprano Junior fue tratado como un príncipe por su familia. La fiesta sería a la tarde y por la noche saldría a cenar con su tío y hermanos.Llegaron las 15, la hora de la fiesta. El pequeño se había bañado, peinado y puesto su mejor ropa para recibir a sus invitados, estaba muy emocionado por mostrarles toda la decoración de su superhéroe favorito, los juegos y comer las cosas ricas que hizo Javiera. Los hermanos del menor prefirieron dejarlo con los de su edad y por esto antes de la hora de la fiesta se fueron con sus amigos.
Se hicieron las 16hs y nadie venía. Junior no era conocido por ser alguien con mucha paciencia pero ese día decidió hacer una excepción.
Eran las 17hs, Javiera pregunto varias veces si quería comer algo, su tío estaba peleando con alguien por teléfono pero el pequeño estaba sentado frente a la puerta, todavía esperando.
A las 18hs el hermano del medio, Dante, decidió que era hora que volver a casa y se despidió de su grupo de amigos. Blas, un nuevo amigo del chico lo detuvo antes de que se vaya.
-Eu Dante el otro día escuche en tu casa que hoy es el cumpleaños de Junior, te molesta si lo voy a saludar?
-Sos joda? Si cuando venís Ju no deja de hablar de vos. Además así me haces compañía mientras Junior está con sus compañeros.Cuando llegaron a la puerta de la casa se sorprendieron del silencio y con cautela Dante la abrió. Fue aún más grande la sorpresa al no ver a nadie en la sala y toda la decoración destruida. Extrañado Blas y Dante fueron a la cocina donde estaban Javiera y su tío.
-Tío que pasó? Donde están Ju y sus compañeros?
-Nadie vino Dante. Junior se encerró en el playroom y no quiere ver a nadie.
-COMO QUE NADIE VINO? – exclamó un Blas muy enojado
-parece que otro nene hizo su cumpleaños el mismo día y todos fueron a ese.
Blas estaba muy preocupado por el pequeño Ju, era un nene muy sensible y esto seguro le hizo muy mal, así que corrió rápidamente al playroom pero la puerta estaba cerrada
-Junior abrirme
-VAYANSE NO QUIERO VER A NADIE
-Dale Ju, soy Blas…
Apenas unos segundos después escucho salirse el cerrojo de la puerta, entró con cautela y lo que vio le partió el corazón. Junior estaba en un rincón con las mejillas todas rojas de tanto llorar, su ropa toda desprolija y de vez en cuando soltaba pequeños sollozos.
-Blas porque nadie me quiere? Soy tan feo que nadie quiere juntarse conmigo
-Junior no digas eso -Blas se acercó a abrazarlo- sos hermoso y yo quiero juntarme con vos. Es más te traje un regalo por tu cumple.
-De verdad? – dijo junior con los ojitos iluminados. La verdad es que Blas no había traído nada porque solo pensaba pasar a saludar pero al ver al menor así no se le ocurrió algo mejor que decir.
-Si, mira Ju está pulserita- señalando la pulsera roja que tenía en su muñeca- es muy importante para mí y te la quiero regalar pero me tenés que prometer que la vas a cuidar
-Si Blas, te prometo que la voy a cuidar siempre.
Blas se sacó la pulsera y la puso en la pequeña muñeca de Junior
-Feliz cumpleaños Ju.