Niñera a prueba de AMOR

CAPITULO I

Mis ojos habían expulsado por eneava vez las muchas lágrimas de rabia y de dolor durante las últimas veinte y cuatro horas; estoy segura que si ellas tubieran color, ahora mismo serian rojas tal cual líquido que corre por mis venas.

Cuan cruel solía ser el destino,la vida simplemente se había ensañado conmigo; porque se empeñaba en atacarme de una manera tan dolorosa??, porque se enpecinaba en tratarme de una manera tan despiadada??.

Quizá el dolor se sentía más vivo y en carne propia por el mismo motivo de que llevaba exactamente un día enterada de las cosas que había hecho mi estúpido novio; no es nada raro que mi corazón se oprima al recuerdo de cada palabra que escuché salir de sus labios.

Un "Te engañe" "ella es mejor que tu" o el "estas despedida" son motivos más que suficientes para llorar de rabia e impotencia; pero la culpable al final de todo no es nadie más que yo.

Quien me manda a enamorarme de el guapo y perfecto gefe? Quien me obliga a ilusionarme con una vida pèfecta a su lado??

Así es señoras y señores la estudiante de balet,la chica de veinte pocos años que ingresó a trabajar a una empresa de inversiones como asistente personal, terminó enamorandose de su gefe de 36 años.
Quizá algunos piensan que es el típico caso de la asistente enamorada de su brillante jefe, y aunque verdaderamente ese sea el caso, en lo personal siempre lo vi como algo especial.

Podrían culparme?? Pues la verdad no, ¿porque? Porque mi gefe no está nada feo, ni tampoco es un maleducado; es todo lo que una mujer esperaría encontrar, un hombre guapo, caballero y considerado.

No es de sorprenderse que incluso una chica con tanta experiencia en relaciones como yo (cabe resaltar que fueron relaciones desastrosas) también se enamore de el.
Pero como en todas las ocaciones que he errado con mi buen juicio, está no era la escepcion de entre todas; quise ver algo perfecto donde solo había basura; quise encontrar oro y piedras preciosas donde simplemente habían un montón de mier** y mentiras.

Quizá soy demasiado patetica para refugiarme en mi autocompacion, quizá sea una desafortunada llorando debajo se las colchas de mi espaciosa cama o en las esquinas de mi pequeña pero acogedora habitación.
Me alegra no haber presentado a aquel IDIOTA a mi familia cuando el lo sugirió, no me perdonaría que toda mi familia terminara tan decepcionada como yo; ya es más que suficiente tratar con la ausencia de mi madre, no me gustaría dejarles más penas a mis hermanos pequeños.

Siempre he sido consciente de que uno debe saber llorar sus penas ,afrontar las con la mente fria y canculadora; está claramente es una de las que debo superar en mi soledad, sin dejar que mi familia sospeche cuán afectada estoy por algo de lo que ellos no tienen conocimiento.

Dejo caer por completo todo mi peso en el piso de mi habitación, no es que tenga tiempo para llorar por cosas que no valen la pena, he tratado de todas las maneras olvidarme de aquella penosa y absurda tragedia pero incluso mientras enlongo mis extremidades, incluso mientras trato forzosamente practicar los pasos que el profesor Hong me dejo comopráctica, las lágrimas simplemente no quieren desaparecer.

Esto es demasiado frustrante para mi, se que las palabras duelen pero se que este es un momento donde ni puedo ni quiero demostrar mi debilidad,pero claro como mi estúpido cerebro ahora mismo prefiere hacerle caso a mi tonto corazón antes que a si mismo, no puedo evitar llorar.

Muchas veces he escuchado por parte de mi familia cuan diestra y capaz soy para el ballet,el como mamá estaría orgullosa de verme como bailarina.
De cierta manera lo comprendo, ese ha sido uno de mis sueños de adolescencia y juventud, toda mi vida la he dedicado al baile, es algo pequeño pero que consigue que me sienta más cerca de mamá.