CAPITULO 3

233 19 4
                                    

JONGIN


  Esta noche ha sido absolutamente un puto desastre. Un millón de dólaresera más de lo que quería gastar y lo más importante, no quería una virgen.Quería una de las chicas mayores, más independientes, que hubiera hecho estetipo de cosas antes. No alguien a quien tendría que agarrar y entrenar en cadapaso del camino. Algo me dice que Anna va a tomar más tiempo y trabajo delque he negociado.   

  Libero un profundo suspiro, y tomo un largo trago de bourbon, dejandoque caliente un camino por mi garganta. El aburrido rugido del motor me estádando dolor de cabeza y vierto otra dosis en mi vaso. 

  Echo un vistazo a la chica, terminó su bebida, y la forma en la que seacurrucó en el sillón de cuero -sus rodillas pegadas en su pecho, y sus brazosenvueltos con fuerza alrededor de ellos- gritan su incomodidad. Sus ojos estáncerrados, como si estuviera tratando de convocar a su fuerza interior para loque está a punto de venir en su camino. Ya puedo decir que esto no va a irbien. Joder

  Solo hice una mejor oferta que el idiota que la quería porque él se llevó ala chica que yo había elegido. Ella estaba más cerca de mi edad, veintiochoaños, y esta era su tercera vez entrando en este tipo de relación. Teníaexperiencia y habría hecho una buena compañera sin drama. Pero ese capullofue quien se la llevó a su casa, así que cuando comenzó a hacer ofertas por Anna, licitar sobre él fue mi manera de darle al gilipollas un poco de su propiamedicina. Además, simplemente parecía una porquería y no quería que latuviera. El niño dentro de mí quería tomar su juguete y volver a casa. Porsupuesto, la chica tímida aterrorizada sentada frente a mí ahora es mía paratratar, así que tal vez no pensé exactamente ese plan detenidamente.   

  ¿Y una virgen también... sería capaz de manejarme? No quería unproyecto, alguien para cuidar e ir lento. Pero mierda, soy quien tiene el control.No hay ninguna razón real para ir despacio. Puedo marcar el ritmo de esto. Y loharé. 

 Mientras sigo estudiándola, mi polla se anima con interés. Es pequeña,pero con todas las curvas redondeadas del cuerpo que una mujer debe tener.Suaves moldeables tetas y un culo destinado para agarrar. O azotar. Su piel espálida y cremosa, con excepción de las manzanas de sus mejillas, que son decolor rosa enrojecida. Cabello largo oscuro cuelga suelto sobre un hombro. Mimirada se desplaza hacia el norte y me doy cuenta que sus ojos azules se hanelevado a los míos. Me está mirando con expectación, obviamentepreguntándose qué va a ocurrir a continuación. Buena jodida pregunta.

  No tengo ni idea de por qué le dije que me llamara Jongin. En realidad, lohago. No hace falta ser un psicólogo para darse cuenta de que mis empleadosme llaman Sr. Jongin y oírla llamarme Colton se sentiría demasiado familiar.Demasiado íntimo. Eso no es lo que esta conexión trata. Es un negocio. Puro ysimple. El negocio de mi polla consiguiendo un poco de atención atrasada yteniendo una compañera constante, sin la molestia de navegar por el mundo delas citas. Pon tu cabeza en el maldito juego, Kim.  

ANNA

  El avión aterriza con seguridad después de solo unos treinta minutosmás o menos, y una vez más, subimos a la moto de jongin, que me entero se haalmacenado en el compartimento de equipaje debajo del avión. La oscuridad hacaído alrededor de nosotros, lo cual se adapta a mi estado de ánimo un pocozumbado y melancólico. Quiero esconderme en las sombras de la noche ypretender que nada de esto es real.  

  Mientras me aferro a él como si me fuera la vida en ello, hábilmente nosdesplaza por la carretera, el único faro iluminando nuestro camino. Prestomucha atención a las señales que pasan. Estamos cerca de Los Ángeles, un lugaren el que nunca he estado. Pronto toma una salida para Malibu y una vez queestamos en las calles de la superficie, mi corazón comienza a golpear. Nosestamos acercando a nuestro destino y no tengo ni idea de lo que me espera.

MR. KIM (adaptada)Where stories live. Discover now