—Levanta la mirada —ordena otra vez.Hay algo que no le gusta acerca de mi negativa a mirarlo a los ojos.
¿Estáavergonzado de comprarme? Es como si quisiera fingir que todo esto es normal.Voy a seguirle el juego. Por ahora. No sé de lo que él es capaz de hacer, y noquiero hacerlo enojar.
Encuentro su mirada. Lo que veo es un hombre intenso—sus ojos oscuros hablan de dolor y trauma del pasado, y alguien que luchapara practicar la moderación— si la tensión en su mandíbula es alguna prueba.
—No tienes que estar tan asustada de mí. No voy a hacerte daño,dulzura.Trato de forzar un aliento. Quiero creerle. Su tono es sincero, como elapodo, y la forma en que está mirándome por encima se siente libre deamenazas, pero aún así, todos mis sentidos están en alerta máxima. Tengo quemantenerme en guardia hasta que tenga orientarme.
—Ven, siéntate. —
Cruza la habitación y se sienta en el centro del gransofá gris.Me siento junto a él, mi respiración es irregular. Le debo las gracias por eldinero, pero no sé sus intenciones.
—Lo siento. Simplemente soy nueva en todoeste asunto de esclava sexual —le digo en su lugar.
Se pasa una mano por el pelo, luciendo absorto en sus pensamientos.
—Sí, yo también.
—¿Soy tu primera?—Algo así. —
Él me sonríe y mi vientre da un vuelco.
—No estoy segura de cómo funciona... o qué esperar —
admito.—¿Te pondrías a gusto si te explico algunas cosas?
Asiento, y doblo mis manos en mi regazo.
—Soy un hombre muy ocupado, Anna. Puedo manejar dos empresas ytengo poco tiempo para dedicarme a actividades extracurriculares. Estás aquípara satisfacer mis ansias físicas... Para cuidar mis necesidades y voy asatisfacer tus necesidades financieras. La mitad del dinero está siendotransferida a tu cuenta esta noche y todo el tiempo que permanezcas conmigo ycumplas con el contrato, recibirás el saldo restante al final de los seis meses. Tudiscreción es muy importante para mí. Sé que has firmado un acuerdo de nodivulgación, pero necesito tu palabra de que no le dirás a nadie sobre nuestroacuerdo. —
Sus ojos se encuentran con los míos
—. Ni siquiera a tu mejor amiga.Nadie.
El pensamiento de contarle a victoria la verdad de lo que he hecho nuncaha cruzado mi mente.
—No lo haré. Tampoco quiero que alguien sepa sobreesto. —
Sabía que iba a necesitar explicar el dinero de alguna manera, pero medi cuenta de que podía decirle a mi familia que era de un donante anónimo enel hospital. La primera entrega
"quinientos mil, menos de lo que le debía a roger,estará en mi cuenta mañana. Es más que suficiente para pagar el tratamiento de victoria. La idea de deshacerse de él una vez que tenga el dinero cruza por micerebro. Pero me doy cuenta de que no habrá manera de que pudiese pagarle,sé que necesito cumplir mi parte del contrato.
—Bien. Vamos a tener que crear una historia para el público, los amigosy las familias sobre el porqué estás aquí, pero siempre y cuando pruebes serdigna de confianza, no hay razón por la que no te pueda dar algunas de laslibertades. En la vida normal mientras tanto, eres libre de utilizar la casa comotuya propia; la piscina, jardines y gimnasio están abiertos para ti-.Asiento de nuevo. Me pregunto si me gustaría ser libre de abandonaresto e ir a correr, pero por ahora mantengo mis labios sellados. No quieropresionar mi suerte la primera noche. Además, si es del tipo vengativo, una vezque sepa que es importante para mí, podría mantenerlo sobre mí como castigo.Levanto la vista hacia la pantalla de televisión gigante en frente de nosotros yme pregunto lo que él quiere para el resto de la noche.
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MR. KIM (adaptada)
Fiksi PenggemarAnna está acorralada en una esquina con la vida de su hermana en juego, la única opción es abrir camino, incluso si eso significa vender su virginidad al mejor postor en un exclusivo club erótico. Cuando Kim jongin la lleva a casa rápidamente aprend...