Día 7

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La que había sido una gran ciudad ahora solo era un lugar lleno de polvo y escombros, había aún algunas casas en buen estado, algunas personas arrastrándose pidiendo piedad, algunos otros escapando a otra ciudad,una minoría intentando calmarse y seguir viviendo lo que consideraban su vida normal, sin embargo el tiempo de selección les parecía eterno apenas 7 días y la hermosa ciudad de Antheas se había vuelto un horrible lugar.

Una mujer observaba desde un gran edificio con vista a la ciudad aquella mujer se encontraba postrada en su silla con una copa de vino mientras observaba su "hermosa ciudad"

-Dime Alcor ¿alguna novedad? o ya está muy echada a perder mi hermosa y ansiada ciudad-

Giro a ver al mencionado, un chico de cabello blanco como su piel, ojos morados y un traje negro.

-No, es una linda ciudad pero creo que le falta algo de emoción a su "juego" mi querida amiga Majime, también debe saber que muchos se han ido a la ciudad vecina Eros-

Se escuchó un gran estruendo por el golpe en la mesa causado por Majime quien se levantó de inmediato y se dirigió a su amigo Alcor

-Oh mi querido Alcor, sabes ¿qué pasará si ya no hay habitantes?- tomó la cara de Alcor y la acercó hasta su altura.

-Un rey no puede gobernar si no hay a quien gobernar, ahora ve y tráeme en una lista anotado cuantos quedan si son menos de mil- hizo una pausa y regreso a su lugar.

-Tú morirás y yo me iré con todo mi Comité a la ciudad del norte Arcania, ¡vamos ándate por lo que te pedí!- le ordenó para luego aventar su copa de vino hacía Alcor.

Cuando esté se retiró se acercó a la ventana puso su mano en esta y cerró los ojos recordando un poco de su niñez.

Continuará...

30 días de desesperación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora