IX. Alfred.

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*José.

Ahora que lo pienso, Iván y los demás están aquí atrapados desde hace un chingo pero hay otros afectados, Alfred, Matti y Arthur mm talvez hasta Francis, mm ¿Entonces? Nadie los puede querer, amar, ¿Cierto?
Acabamos de desayunar y me acerqué a Iván, nadie menciono nada sobre ayer pero bueno poco a poco José, sin presiones:

J- Iván~
I-¿Qué pasa?
J- Me puedes aclarar algo del hechizo.
I- da.
J- Bien, según entendí la familia real de mi pueblo no puede ser amada por nadie hasta que ustedes salgan ¿No?

I- Si ¿Por qué?
J- a no nada, solo que estoy pensando en él príncipe.
I- aa ...
J- Si, ahora que lo pienso las cosas empiezan a tener sentido.

I- ag ¿Conoces a la familia real?
J- Si mi apa era muy amigo del rey, digo soy mm un viejo amigo de los príncipes.
I- ¿Entonces te gustan?
J- aa ee este no no para nada pero...

I- Agg lo que sea, se lo merecen además aunque tú escaparás seguirían igual.
J- OYE! Aún no confías en mí!¿Crees que escaparé a la primera? Sabes te pude dejar morirte en el bosque!! Pero noo, volví!
I- José yo no/
J- agg yo pensaba que al menos empezábamos a ser amigos.

Me fuí!, Aa Iván es tan agggg idiota! Y aún con todo lo molesto y qué literalmente me tiene atrapado, lo sigo... quiero al muy aff es que, es que NO SE! Es raro, me enoja este sentimiento.

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*Arthur.

Agggg ese chiquillo idiota, Alfred me había estado molestando toda la mañana con lo de José, no sé cómo puede apreciar tanto a ese mocoso desaliñado aaa y que se crea lo del monstruo, a veces creo que a mi hijo mayor es muy ingenuo pero solo es un niño enamorado, je yo era peor cuando me casé.

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Hace años.

Ar- MALDITA RANA!
F- jojo Mon Cheri ¿tan temprano y ya enojado?
Ar- Shut up! ¿Quién Tiro mis scones por la ventana?

Ahí estaba un joven Arthur Kirkland, el nuevo rey, reclamándole a su nuevo esposo por la "rocas" o "scones" según él, qué había recogido del patio.

F- No lo sé pero encontraré al culpable y lo castigaré con todo el peso de la ley!

Digo Francis Bonnefoy levantándose orgulloso y alzando una mano al aire como si aquello fuera un juramento, logrando que sus dos pequeños hijos rieran.

Ar- Francis!
F- jajaja amor, ¿no recuerdas lo que hiciste anoche con ese scone?
Ar- eh? No.

F- aa pero que memoria, ayer cuando acabamos de jugar...

Al- aaa JUGARON Y NO ME AVISARON ESO NO SE VALE!

F- Alfred ya era muy tarde para despertarte querido además es un juego que solo las personas que se aman pueden jugar.

Al- Pe pero yo amo a Arthur!
F- yo también después te invitaré a jugar ¿Va?

M- y ¿y yo?
F- My maple tú también puedes jugar.

Ambos niños felices por la respuesta y después de ser acariciados en la cabeza se pusieron a hablar sobre que clase de juego sería ese, sin prestar atención a sus padres.

Ar- aa ee entonces ¿Qué pasó con el scone?

Digo el rey que estaba totalmente sonrojado por las palabras de sus hijos y su esposo pero claro, no lo admitiría.

F- Dije algo que te molesto y me empezaste a lanzar tus scones, uno simplemente salió volando por la ventana.

Ar- aa Aún así fue tú culpa!
F- Jajaja claro que lo fue.

El bello y la bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora