Amorcito Corazón

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-Todo sucedió muy rápido ¿No crees Al?

Ahí estaba sentado frente a una tumba vacía, nunca lo encontramos aunque lo busque como loco noche y día, me llene las manos de heridas por cavar en la nieve pero nada.
Ya no me duele tanto estar aquí como la primera vez.

Ahora vengo a visitarlo a menudo, esta junto a los demás reyes y reinas del reino del sol, je le hubiera gustado, es una lápida con un león dorado rodeado de estrellas con su nombre  igualmente  en dorado, a su alrededor, mi regalo, unas hermosas rosas blancas, siempre le gustaron, aún recuerdo  ese día de primavera cuando me llevo un ramo.

J- je perdón, estaba recordando varias cosas, ya fui con mi mamá y ahora quiero decirte las gran noticia. Me voy a casar Alfred!

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Hace unos años.

Iván y yo llegamos con los demas en la puerta del palacio, todos estaban bien en su mayoría, Eduardo se encontraba ya más alerta pese a sus heridas, Yekaterine solo tenía algunos rasguños al igual que Natalia y Ravis quienes cuidaban de un inconsciente Toris.

La pelea había parado al romperse el hechizo, el odio se detuvo y Yekaterine empezó a dar explicaciones a los presentes pero no tardó en llegar el rey Arthur, Matt y mi padre acompañados por el ejército.

Mi padre, se acercó a nosotros preocupado y más cuando vio a mis hermanas, nos empezó a regañar, en especial a mí por dejar que hicieran ese hechizo pero Arthur lo detuvo preguntando por su hijo.

No pude contener las lágrimas, se sentía tan irreal como si todos esos años en los que Alfred me siguió por las calles, me dio una moneda de oro por cada canción o dejaba flores en mi ventana se hubieran esfumado.

Matt se acercó a abrazarme, le dije el mensaje de Alfred entre lágrimas y de inmediato comprendió que ya no volvería a ver la sonrisa de su hermano derramando sus lágrimas junto conmigo, hace años que no sentía nada más que odio por su hermano pero ahora solo querían volver a verlo.

Arthur también escucho, me separó de Matthew, le expliqué todo sobre la maldición, Yekaterine siguió en las partes en las que yo no podía, al terminar, Arthur estaba tan blanco como la nieve, él, yo, Matt y el ejército empezamos a buscar a Alfred... Esa fue la noche más larga de mi vida.

No hable con nadie hasta el amanecer del día siguiente cuando mi padre e Iván me obligaron a descansar.
Lo último que le dije a Arthur fueron las palabras de Alfred desde ese día nunca lo he vuelto a ver.

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*José*actualmente.

Era un día soleado, normal en este reino aunque desde que se rompió la maldición, en el castillo se empezó a ver el sol y una cálida primavera que disuelve todo rastro de nieve llega cada año aunque ,claro, el invierno sigue siendo frió pero ahora todo es diferente.

J- Si realmente aunque el tiempo paso volando se tardó demasiado, jeje pero ya te conté cómo fueron las cosas Al... También yo me tarde.

Acaricie una rosa, recordando como era la sonrisa de Alfred tan cálida como su reino pero las pequeñas sonrisas de Iván son simplemente diferentes, no son tan cálidas ni brillantes pero son sinceras, no como las de antes, ahora esas pequeñas sonrisas son más que suficiente para hacerlo parecer la cosa más tierna del mundo, lo mejor es que es solo mio.

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Una semana después de la muerte de Alfred.
*José*

El odio se esfumó y la realidad nos golpeó a todos de mala o buena manera, Arthur y Matthew estaba destrozados por perder a Alfred además Matt a pesar de que ya no había hechizo culpo de inmediato a su padre por todo el sufrimiento que les hizo pasar  pero gracias al espejo mágico pude ver cómo Francis volvía con ellos, me alegró verlos juntos de nuevo pero eso no evitó que Arthur sacará a mi familia del reino... Matthew trato de detenerlo pero no pudo, todos exceptuandome fueron por nuestras cosas e Iván nos acepto en el palacio momentáneamente.

El bello y la bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora