La Felicidad que yo Merezco... (Akihiko x Shinobu)

CAPITULO 40 Sin salida

---Sumi---

En cuanto llegamos a la casa me encerré en una habitación

No quiero hablar con Haruhiko

Me siento tan molesto, tan dolido

Él no tenía por qué tratarme de esa forma

Porque sacarme de la cafetería como si fuera un delincuente

No es cómo si yo lo hubiera engañado

Como si lo hubiera traicionado

Yo lo amo a él

Haruhiko es un hombre que siempre he amado

Del que siempre he estado enamorado

Le he demostrado cuanto le amo

Pero parece que no es suficiente

Además...

Toda la prensa dice que él tiene un romance con esa mujer

Sentí tanto dolor al mirar cada portada

Cada reportaje de ellos

No quiero ver a Haruhiko

Tengo miedo de comprobar que todo es cierto

Que tal vez se aburrió de mí

Tal vez necesita otra compañía

Ya no le soy tan atractivo

O piensa que soy raro por estar embarazado

Un hombre en cinta no le es atractivo, malditas lágrimas no pueden dejar de caer, en verdad no quiero llorar pero no puedo evitarlo

-Sumi por favor abre la puerta

-...

-Mi amor tenemos que hablar

-...

-No me gusta que estés con ese tipo, se ve que se muere por ti

-...

-Sumi por favor, no te molestes

Deje que hablara solo en verdad no quiero hablar con él

Me siento tan lastimado

Me recosté en la cama y cerré los ojos

Al despertar me di cuenta que eran más de media noche, así que salí de mi habitación y afortunadamente Haruhiko no estaba

Tome una pequeña mochila y coloque una muda de ropa, salí del departamento sin hacer mucho ruido

Lo mejor es que vuelva a mi departamento, necesito un momento a solas

-Sumi, aquí estoy

-Gracias Yue lamento haberte molestado

-No pasa nada Sumi, sabes que cuentas conmigo para todo

Me ayudo a subir a su auto y suspire

-Toma te traje un té, te relajará un poco

-Gracias por todo –susurre

-Bien, tu descansa, yo te llevaré a tu hogar –sonrió

-S-Sí –me tome el té y bostece

-Descansa pequeño, a partir de hoy yo te cuidaré

-¿Q-Qué? –susurre y empecé a sentir mucho sueño

Cerré mis ojos lentamente, por breves momentos creí verlo sonreír de una forma demasiado extraña, creo que estoy alucinando