El tormento del Alías

Última despedida

TWO

Hoy es un día gris. 

Los colores del amanecer están ocultos bajo las nubes tristes, el cielo está a punto de derramar su agonía. No lo culpo si yo me siento como él, triste, porque me voy a un mundo que tal vez no exista.

Ignorando los sentimientos que emana mi corazón llegaré lejos de donde estoy. Caminaré por aquellas praderas desoladas, siendo ya un alma en pena.

Ignorando los aullidos de mi mente y los gritos de mi subconsciente me voy como quieres que me vaya; Sin ti... Sin nada, con las manos vacías, justo como llegué a este mundo lleno de mentiras.

A veces me dan ganas de llorar, pero me dijeron que hacerlo no trae devuelta lo que un día perdiste.

Y yo estoy perdido sin ti.

Perdido en un lugar llamado El Nunca Jamás...

El nunca jamás volveré a tenerte.

Te amé. Te amo. Te amaré. Desde aquí al mas allá, si es que lo hay.

Bajo la tierra que cubre mi tumba te amaré. Recuerda no llorar cuando marche sin mirar atrás, odio que llores. A cambio de eso llena mi tumba de globos naranjas, recuérdame lo mucho que me gusta ese color. Hace que recuerde la luz que irradiaban tus ojos bajo el crepúsculo al ponerse el sol.

Es lo que más extraño de ti...

Tu mirada sosegada.

Tu facilidad por hacerme sonreír. Un don excepcional que nadie posee ni poseerá... Se irán y vendrán miles de personas, pero ten en cuenta que ninguna será como tú: excepcionalmente única. 

Tenlo en cuenta siempre, yo sé cuan cruel pueden llegar a ser nuestras mentes y cuanta destrucción deja a su paso.

Lamento no ser lo suficiente para ti.

Lamento no poder espantar tus miedos, yo me volví uno de ellos y no sabes cuánto me arrepiento.

Lamento ser una tormenta de arena.

Lamento lamentarme tanto...

Pero lo que mas lamento es no poder verte sonreír una vez más.

Ésta, pequeña, es mi última despedida.

Recuerdo haberme ido muchas veces sin decir adiós... Y volver sin antes avisar... Pero esta vez sí es definitivo.

Me despido del dolor y desamor. Y me voy con él mismo.

Me despido de ti. Y con ello también de este mundo.

Nos vemos cuando mueras, mientras tanto, serás castigada bajo mi recuerdo listo para atormentarte por los años que te queden de vida. 

Lo siento por eso también.

Nos veremos si esque hay un más allá después de mi muerte.

Adiós, mi pequeña Rossy.

Tormento número 02

Alías: Destructivo.

Porque tu mismo te haz destruido, te rendiste al no recibir amor proveniente de ti mismo. Viviste dentro del dolor y por más que lo intentaste resultaste aferrarte a él, y se llevó consigo tu vida y tus ganas de vivirla.