Capitulo 15

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El regreso de las vacaciones fue algo muy bueno para el instituto. Los alumnos llegaban felices de pasar tiempo con sus familias y descansar en un largo invierno.

Éter estaba feliz por el regreso a clases, casi olvidó completamente que ese mundo no le gustaba mucho como cualquier otra persona o criatura.

"Toc toc toc" se escuchó en la puerta de la habitación de Éter.

-¡Adelante!- exclamó Éter.

-¡Hola Éter!- dijo Braen entrando a su habitación.

-Hola Braen, ¿no deberías auxiliar a alguien o algo así?-.

-Jajaja, no Éter, tengo tiempo libre y el profesor Hamton me pidió que viniera a Eregon y quisé verte-.

-Oye, tú que haz estado aquí más tiempo. ¿Puedo preguntarte algo?-.

-Seguro, ¿qué sucede?-.

-¿La profesora White siempre es así con el profesor Hamton?-preguntó Éter.

-Uff, ¡si supieras!, desde que él le pidió ser su pareja ella es como un robot a lado suyo. Una vez en una reunión de maestros en donde Hamton no pudo asistir; ella tenía un lindo vestido, un cabello suelto y se veía feliz, pero con el profesor Hamton es otra cosa-dijo Braen.

-¡Braen!- se escuchabá la voz de Hamton cada vez más cerca.

-Tengo que irme Éter, me reportará si sabe que estoy aquí. Nos vemos luego- y se fue.

Las clases fueron normales, Éter aprendió más secretos acercá de vampiros y como la sociedad humana los caracteriza y estereotipa con tonterías como superpoderes o algo por el estilo. En el comedor Éter se sentó junto con Rainees y comenzaron a platicar de el mundo humano y sus rarezas. Como si ellas nunca hubieran formado parte. Liz Honey se acercó a la mesa de las chicas.

-Ohh, ¡que lindo!-dijo sarcásticamente Liz- ¿qué se siente que tus padres te mientan y no te quieran igual que los de Rainees?-.

-Cállate Liz- dijo Éter. Todo el mundo ya estaba enterado de la situación con Éter, los chismes corren muy rápido.

-Solo digo la verdad Howinzone, si tus padres te quisieran de verdad te hubieran dicho lo del Clan-.

-Pues... eso no te importa-dijo Rainees.

-No digas nada Rainees, tu padre jamás te va a querer-.

-Suficiente Liz- dijo Marqiu, que se levantó de su mesa que estaba a unos metros.

-No me puedes intimidar Marqiu, eres solo uno más del montón-dijo Liz. Y se marchó enojada.

-Gracias por defendernos Marqiu- dijo Rainees.

-De nada, ella es algo fastidiosa en el grupo-.

-Pero, ¿por qué me odia tanto?- preguntó Éter.

-Su madre fue amiga de los tuyos, pero no la tomaron mucho en cuenta- dijo Rainees.

-Es solo una envidiosa más- dijo Marqiu.

-De hecho, es entendible- dijo Éter.

-Bueno, las dejo. Tengo que ir a clases- dijo Marqiu.

                                                                      *******

La noche llegó para el instituto y Éter estaba en la cabaña de Braen platicando con él.

-En serio Braen, ¿por qué no me dirían la verdad?- dijo Éter.

-Tal vez por protegerte, son tus padres y te quieren Éter-.

-Tal vez sí, no lo sé... hablemos de otra cosa por favor-.

-¿De qué quieres hablar?- preguntó Braen.

-Bueno, emm... ¿que te parece Rainees?, has estado aquí casi toda tu vida y, no sé, debes llevarte bien con ella-.

-Es buena y simpática. Agradable, ¿por qué?-.

 -Yo solo digo que harían buena pareja- dice Éter.

-No, ella es solo mi amiga. Pe-fiero a las de otro tipo...- Braen se acerca lentamente a Éter hasta que están perfectamente viéndose a lo ojos.

Éter está algo agitada y confundida, no se mueve. Solo se queda ahí mirándolo y sin hablar; como si quisiera lo que va a suceder. Su mente dice: "¿Qué haces estúpida?, ¡Muevete!", pero otra parte de ella no sabe que hacer. De un momento a otro, Éter y Braen se acercan cada vez más hasta que sus labios están pegados profundamente. Querer detenerse, pero no poder, eso es lo que quería Éter en esos momentos.

-¿Éter?- pero en toda situación bella, suceden cosas malas. Rainees había terminado su clase y fue a casa de Braen. Éter reaccionó muy confundida cuando vio a su amiga parada ahí, observándolos besándose.

Rainees salio corriendo de la cabaña mientras Éter trataba de seguirla. Braen solo se sentó en su sillón mientras observaba como se iban.

-¡Rainees!, ¡espera!- exclamaba Éter.

-¡Dejame sola!, ¡te confié todo para que tu me pagues así!-Rainees solo se fue sollozando después de lo que pasó. Éter sabía que no era el momento para hablar con ella.

Protectores Mágicos: El Clan SócratesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora