Capítulo tres: es mío?

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Despertamos algo tarde pero que importa iba a trabajar desde la casa, bajamos a desayunar tranquilos, no teníamos prisa, bueno no tanta iríamos al centro comercial más al rato para comprarle algo al bebé, ahora que lo pienso será la primera cosa que le compraremos. Estoy loca por saber que será, si tan sólo se dejará ver pero pronto. Enrique me saca de mis pensamientos al tomarme de la mano, sonrió viéndolo

-Te amo sabías- me dice tierno

-Te digo un secreto?- sonrió acercandomele

-Haber dime- acaricia mi mejilla

-Yo también te amo- le digo bajito haciéndolo sonreír

-Mucho?- sus ojos brillaban

-Mucho muchote- me siento en sus piernas y lo beso

Acuesto mi cabeza en su hombro y el acaricia mi vientre

-Ya quiero que se empiece a mover- me dice con una sonrisa

-Si- digo boba- Pero lo que más quiero ahorita es saber que será- el ríe- Para poder comprar las cosas y preparar su cuarto

-Creo que será niño y tu?- besa mi mejilla

-La verdad no se- río- Si fuera niño o niña no importa sólo quiero que nazca bien

Nos quedamos en silencio un ratito pero no era incómodo, esa era lo bonito de estar con Enrique, nunca me hacia sentir incómoda al estar con el. Luego de un rato nos cambiamos y fuimos al centro comercial, entramos a varias tiendas de bebés, compramos tres conjuntitos y un conejito blanco de peluche, bueno ese lo compro Enrique dijo que ese sería su regaló, luego fuimos por nieve de chocolate y nos regresamos a la casa.
Enrique me abrió la puerta de la casa y me dejó pasar, iba tranquila comiendo mi nieve, como siempre iba a arrojar mi bolso en el sofá de la sala pero vi que Saúl estaba ahí.
Y si le lanzaba el bolso? No es mala idea

-Mi amor dice Matamoros que ya vinieron a arreglar el jardín- me dice Enrique entrando pero se calla al ver a Saúl ahí

-Que haces aquí Saúl?- le doy una cucharada a mi nieve

-Tenemos que hablar Altagracia- se levanta del sofá mirándome

-Sobre que exactamente- le digo desinteresada

-Es mío- apunta a mi vientre, me cagó en la puta madre

-Que- es lo único que conseguí decir

-Hice mis cuentas y según los meses que traes, es mío- se cruza de brazos

-Crees que fuiste el único o que- dejo mi nieve en la mesita y lo veo

-Altagracia es mío- me levanta la voz

-Me vas a gritar a mi?- pongo una mano en mi pecho y río- Primero me bajas el tono Saúl

-Lo siento pero es que necesito saberlo...- suspira- Ese bebé que esperas es mío Altagracia?

Guardo silencio por unos segundos y me muerdo el labio frustrada

-La verdad no se Saúl, puede ser de Enrique o -tomo una gran bocanada de aire- tuyo

El asiente y camina por la sala, comenzaba a marearme de tantas vueltas que daba

-Bien como tu misma dijiste- se me acerca- Puede ser mío

-Como puede ser de Enrique- le repito

-Es igual, lo que me interesa es que puede ser mío

Enrique rueda los ojos

-Cuando pensabas decirme que podrías estar esperando un hijo mío- me reclama Saúl- No de seguro ni pensabas decírmelo- se cruza de brazos

Ruedo los ojos y me siento en el sofá acariciando mi vientre, La verdad es que no pensaba contarle, tendría al bebé y lo criaría no necesitaba de el para eso tenía a Enrique

-Pues no Saúl, no pensaba decirte. Si resultará ser tuyo no quiero que mi bebé sepa que su progenitor se caso con su hermana

-Es mi hijo, tengo derechos- vuelve a levantarme la voz

-Ni siquiera sabes si es tuyo- me remuevo incómoda al sentir una punzada

-Serías capaz de alejarme de mi hijo, valla no haz cambiado nada, sigues siendo la misma mujer

Siento de nuevo esa punzada pero más fuerte hago una mueca que Enrique nota y va hasta mi

-Te sientes bien?- toma mi mano

-Esta fingiendo que no la vez, si piensas que te vas a liberar de esto fingiendo sentirte mal estas equivocada Altagracia- grita Saúl

-Enrique- aprieto un poco su mano al sentir de nuevo esa punzada- Me duele- respiro ondo y siento algo mojado entre mis piernas bajo la mirada hasta ellas y noto la sangre- Estoy sangrando

-Te llevaré al hospital- Enrique me ayuda a levantarme y me carga, Saúl se da cuenta de lo que estaba pasando y nos sigue

El dolor era muy fuerte y temía que no llegáramos a tiempo, no quería perder a mi bebé, luego de 5 minutos largos llegamos y me atienden enseguida. Media hora más tarde estaba en una habitación, me habían dicho que perdí mucha sangre y que tal vez el bebé no halla resistido.
Comencé a llorar de nuevo acariciando mi vientre, unos minutos después Enrique entra corriendo seguido de Saúl

-Mi amor como te sientes- me toma la mano y la besa- Ya no llores mi reina todo va a salir bien y en pocos meses tendremos en brazos al bebé- besa mi vientre y luego sube a mis labios, con sus pulgares limpia mis lágrimas

-Tengo mucho miedo Enrique- las lágrimas vuelven a salir- No quiero perderlo- me toma entre sus brazos, dándome el mejor de los abrazos

-No pienses en eso sí?- soba mi espalda- Piensa que todo va a salir bien, que cuando venga el médico para hacerte el ultrasonido lo veremos ahí, escucharas su corazoncito latir

Asiento y Saúl se acerca, no lo quiero ni ver por su culpa estoy en esta situación

-Altagracia yo lo siento, no quería que las cosas llegarán a esto- se sienta en el pequeño sillón que estaba a mi lado

-Te advertire una cosa Saúl- le digo sería- Si algo le llegó a pasar a mi bebé, será tu culpa y eso no te lo voy a perdonar nunca

No volví a hablar con el los siguientes minutos, me dediqué a esperar que mi médico entrará y me realizará el ultrasonido para saber el estado de mi bebé.


Espero la historia este gustandoles💕 las leo en los comentarios chicas

Y? de quien es?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora