Yo soy Emma

Emoción

Cuando abrió los ojos esa mañana, no sintió el cansancio habitual ni el deseo habitual de quedarse en la cama para impregnar la piel. No sintió la necesidad de darse la vuelta entre las sábanas, ponerse las mantas sobre la cabeza y cerrar los ojos para volver al mundo de los sueños. No, se sentía lista para vivir lo que esperaba que pudiera convertirse en su sueño con los ojos abiertos.

Ella sonrió, aparentemente al techo, a sí misma en realidad, y al día que la esperaba. Quería que todo fuera perfecto, que todo saliera según lo deseado: un plan que había estado preparando durante un tiempo, que no podía perderse. Esa maravillosa sonrisa que finalmente se encuentra, una emoción para hacerla sentir, sentimientos que poder compartir. Todo esto, cuando aún faltaban algunas horas, con la esperanza de que pudieran pasar rápidamente, con el deseo de tomar ese reloj y tirar de las manecillas hacia adelante solo con el deseo de que el tiempo pasara.

Se quitó las mantas, bostezó una última vez y extendió sus músculos: estaba lista para su día, estaba lista para ese día. Lo estaba esperando desde lo que parecía una eternidad, y había llegado, ahora era el momento.

Sentada en la cama, levantó la cara para encontrar delante de ella el espejo que Mary Margaret había insistido en colocar en ese lugar y se enfrentó con el reflejo de sí misma. Una Emma relajada, lista, feliz. Y le sonrió a esa persona que parecía que no iba a volver a existir nunca más en sí misma. Se pasó una mano por el pelo y se puso de pie; Caminó lentamente hacia la cocina, dejando que el sonido de sus pies descalzos rompiera el silencio de la casa.

"Buenos días", la saludó Mary Margaret de inmediato, llevándose la taza de café a la boca, una vez que la rubia entró en la cocina iluminada por la luz de la mañana.

"'Buenos días Blancanieves", respondió, sonriendo cuando una mueca se formó en la cara de la otra. Fue al mostrador de la cocina, tomó su taza y, sentándose en la mesa, se sirvió un poco de café, bebiendo y disfrutando, como siempre, esa maravillosa sensación.

"¿Tienes que trabajar hoy?", Le preguntó la morena, cerrando el libro que tenía en sus manos y girándose para mirarla verificar las notificaciones en su teléfono.

"Mmm", Emma levantó la vista, se estiró desde la silla para abrir la nevera y tomar algo de comer. "Sí, hoy sí". Dijo tomando el croissant en sus manos.

Su amiga asintió, tomando otro sorbo de su café y tratando de expresar sus pensamientos. Tomó coraje, tocando lo que sabía que era un tema casi tabú para la rubia, pero tenían que hablar sobre eso porque necesitaba saberlo, necesitaba que todo volviera a estar como antes.

"Emma ..."

"¿Hmm?"

La morena tragó ruidosamente, ahora o nunca, se dijo a sí misma. "Ruby..."

"¡No quiero hablar de eso Mary Margaret!" Respondió ásperamente sin dejarla terminar, enfocándose nuevamente en su comida.

"Emma, ​​por favor..." lo intentó de nuevo, "la otra noche me dijiste que lo solucionarías, pero cuando regresaste os separasteis yendo a vuestras habitaciones y sin decir nada... No te pregunté nada, pero cuando me fui a la cama, la oí llorar Emma, ​​sabes que no puedo escucharla y verla así... Está mal y... no está bien, tenemos que hacer algo ".

La rubia apretó el puño sobre la mesa, bajo los ojos de la otra que intentó contener su ira colocando una mano sobre la suya.

"Lo intenté, siempre lo intento". Suspiró. "Hicimos nuestro viaje en el automóvil después de... sí, no dijo ni una palabra... Simplemente apoyó la cabeza contra la ventana y cerró los ojos." La mirada de Emma se hizo pequeña y nerviosa, "Como si no pudiera ver las lágrimas en sus mejillas, o si no supiera cuánto estaba sufriendo, como si no la conociera ¡Ella es mi mejor amiga, joder!" El puño se rompió contra la madera, haciendo que las tazas se sacudieran como si se tratara de un pequeño terremoto. "No sé qué hacer, créeme", se llevó las manos a la cara y se ocultó entre sus dedos. "No sé qué decir para detenerla... Ella sabe que la matará una vez que ella se canse, ella sabe que no puede continuar. Pero no me escucha, lo sabe y no hace nada al respecto".