―Estoy bien... Perdón. Pensé que este era el baño de mujeres.―murmuré, bajando la cabeza.
El hombre se acercó a mí y se lavó las manos en el lavamanos justo al lado. Soltó una leve risa.
―Es unisex, no te preocupes.― dijo en un intento de tranquilizarme.
Sus palabras hicieron que soltara un suspiro e intenté pasar los dedos por mi cabello, algo que solía calmarme durante los ataques de pánico, hasta que me di cuenta de que aún lo llevaba trenzado. Aún podía sentir mi corazón latiendo intensamente en mi pecho, mi respiración irregular y mis piernas seguían temblando.
Me aferré al lavamanos.
El desconocido notó mi nerviosismo y preocupación, y su expresión se suavizó. Cerró el grifo y se secó las manos con una toalla de papel antes de dirigirse hacia mí.
―Oye, respira.― dijo con un tono suave y reconfortante.―¿Estás bien? ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte?―
Su preocupación y presencia tranquilizante hicieron que aflojara mi agarre al lavamanos, pero aún no estaba bien. Le miré, notando la bondad en sus ojos.
―Lo siento...― balbuceé, tratando de contener las lágrimas. ―Ha sido un día realmente mierdoso. No quiero molestarte.―
Él negó con la cabeza, ofreciendo una sonrisa tranquila. ―Está bien, de verdad. ¿Quieres hablar del tema?―
Sentí cierta calma, pero aún estaba un poco tensa. El desconocido se apoyó en el lavamanos y ofreció una sonrisa amable. Aunque todavía no lograba deshacerme por completo de la incomodidad.
―Gracias.― dije, ofreciendo una pequeña sonrisa a cambio. ―Acabo de tener un encuentro extraño con alguien...―
Él asintió comprensivamente. ―Te escucho.―
Su disposición para escuchar me sorprendió, pero también me brindó una extraña sensación de consuelo. Yo no solía confiar en desconocidos, pero ese día era diferente. Me sentía desesperada, y este hombre parecía diferente al resto de esos jóvenes ricos y arrogantes que estaban bailando y bebiendo.
―Mira, no... no soy como tú.―murmuré. ―Ni siquiera sé por qué vine aquí. No vengo de una familia rica, simplemente tengo la suerte de tener una amiga rica.―
―¿Quién es tu amiga?―
―Emma Bianchi.―
La expresión facial del hombre cambió ligeramente, como si supiera exactamente de quién estaba hablando. Parecía que quería decir algo, pero decidió callarse y seguir escuchándome.
―Estoy aquí solo porque Emma quiere que conozca a alguien. Mi exnovio me engañó hace unos meses y no puedo superarlo. No sé por qué pensé que esto sería divertido, todos aquí me odian.― desahogué, sintiendo un agudo dolor en el pecho que solo crecía con cada palabra que pronunciaba.
El hombre desconocido asintió con la cabeza en acuerdo.
―Sí, la gente aquí puede ser unos imbéciles egoístas.― dijo. ―No dejes que te afecte.―
No parecía importarle el hecho de que, según él, yo fuera una especie de campesina. Esto era nuevo para mí, nunca antes me habían tratado con tanto respeto por parte de alguien, aparte de Emma, de la alta sociedad.
Mis mejillas se sonrojaron. No solo era extremadamente atractivo, sino que también parecía ser una persona buena. Aparté la mirada, tratando de ocultar mi rostro enrojecido.
―Por cierto, ¿cómo te llamas?― preguntó.
―Mi nombre es Chloè, ¿y tú?―
―Soy Ruben. Ruben Chester.―
No tardé mucho en darme cuenta con quién estaba hablando exactamente. Había estado escuchando hablar de él toda la noche. Estaba hablando con Ruben Chester, el enigmático y rico hombre, cliente de la Sra. Bianchi, el hombre que organizó toda esta fiesta. Según Emma, era el hombre más rico de Nueva York y alguien muy importante en todo el mundo. No podía creer que estuviera desahogando mis problemas con alguien de tan alto estatus.
―Oh Dios.― dije, pero aquella frase se me escapó.
―Oh Dios, ¿esa es tu reacción al descubrir quién soy?― Se acercó más, riendo ligeramente. ―No te preocupes, Chloè. No quiero hacerte sentir incómoda.―
No podía creer que, a pesar de su enorme riqueza y estatus, fuera un tipo casual y sencillo. No era arrogante ni creído como el resto de personas en esa fiesta. Era agradable ver a una persona tan genuina organizar un evento de alta categoría.
―Pido disculpas si alguien te hizo sentir inferior. Si te sirve de consuelo, es porque son inseguros y sienten la necesidad de presumir su riqueza y estatus.― bromeó.
Su sonrisa y su mirada cálida me hicieron olvidar quién era realmente, al menos por un momento. Respiré profundamente, recuperando la compostura.
―Nunca he estado en un lugar como este, y me han hecho sentir tan... pequeña.― admití, sintiéndome vulnerable.
Ruben asintió comprensivamente. ―Lo entiendo. Si te ayuda, estás invitada a sentarte en mi mesa esta noche en el banquete con el resto de mi familia. No quiero que nadie se burle de ti por tu estatus.―
Mis ojos se abrieron de par en par cuando me di cuenta de que me estaba ofreciendo un lugar en su mesa, con el resto de su familia multimillonaria. Sabía que era una gran oportunidad, y gracias a él no sería vista como inferior.
―¿En serio?― pregunté, con la boca abierta.
Ruben sonrió cálidamente. ―Por supuesto. Tenemos algunos asientos extra en nuestra mesa y el banquete está a punto de comenzar.―
No pude evitar devolverle la sonrisa. En ese momento, Ruben Chester, el enigmático y adinerado hombre, se sentía como un amigo, alguien en quien podía confiar. Una vez más, intenté pasar los dedos por mi cabello, pero me di cuenta una vez más de que estaba trenzado.
―Gracias, Ruben. Significa mucho para mí.―dije, sintiendo gratitud.
―Es un placer, sabes dónde encontrarme.―
Ruben Chester salió del baño con una sonrisa. Cuando la puerta se cerró detrás de él, no pude evitar sentir mariposas en el estómago. Sin duda, era atractivo, mis mejillas aún estaban sonrojadas. Pero, lo más importante, era diferente al resto de los socialités. Era amable, compasivo y era como un soplo de aire fresco.
Me hizo darme cuenta de que no todos necesitaban presumir de su grandeza y riqueza.
Decidí escribir los capítulos más cortos para poder subir más a menudo :)
¿Qué tal va el verano? Espero que bien :3 Estoy intentando ser más productiva y por eso me propongo a subir 1 capítulo mínimo cada semana en cada uno de mis libros, ¡así que podéis esperar más capítulos!
Instagram: librosgeeky
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Proyecto Barbie
Teen FictionChloè no se esperaba conocer a Rubén, el atrevido y atractivo multimillonario que te podía aplastar con su cartera. Tampoco se esperaba vivir y trabajar junto a él en su mansión como niñera de sus dos hijos. Pero lo que sí no se esperaba era El Pro...