Un nuevo día se presentaba en la mansión Uzumaki, un rubio en particular se encontraba acostado con calma
KA-SAN!! TENEMOS QUE IR A COMPRAR NUESTROS ÚTILES!! - gritaban sin cesar tres niños en particular espantado al pobre rubio
KA-SAN!!!! - gritaron con fuerza los niños mientras que el rubio mayor se levantó con pereza
Ya estoy despierto - mascuyo mientras los pequeños reían por el nido de pajaro que traía su madre
Ka-san te ayudaremos - mencionaron al unísono para tomar un peine cada uno y empezar a arreglar el pelo de su madre hasta dejarlo liso
La pequeña albina se acercó hasta el rubio mientras ubicaba una peineta con varias piedras blancas, está tenía forma de un loto, sonrió al ver tras un espejo que el pequeño azabache sostenía
Que linda - exclamó acariciando levemente las pequeñas piedras
Ka-san ponte esto! - ordenó el menor con un adorable puchero mientras que entre sus manos se encontraba una yukata tradicional en color blanco con un listón naranja
El rubio simplemente sonrió para ponerse la ropa que el pequeño me había pasado, mientras acomodaba su listón pudo ver atraves del espejo la mirada llena de curiosidad que le dirigían sus hijos
SUGOI!! KA-SAN ESTÁS HERMOSA - grito con emoción la pequeña dando leves saltitos, el rubio soltó una leve carcajada
Debemos irnos - mascuyo el mayor para acomodar su cabello levemente a un costado, los pequeños simplemente asintieron
La pequeña Kaguya traía una yukata casi igual a la que utilizaba en la guerra, sólo que está estaba moldear a levemente a su cuerpo con varios diseños en negro, su cabellera la traía suelta
Sasuke por otro lado utilizaba la misma ropa que en si infancia, llenando de melancolía al rubio
Gaara en cambio utilizaba unos pantalones negros, con una remera levemente holgada verde musgo
Te ves bien - fue la simple respuesta del platinado que recibió al llegar al salón en donde estaban todos los pequeños
Arigato - mascuyo el rubio sonriendo calidamente recibiendo distintas sonrisas de parte de sus hijos
Sasuke, Gaara, Obito, Haku y Kaguya, llenas de emoción con los ojos brillantes
Neji e Itachi, ofrecieron a su rubia madre una media sonrisa
Mientras que Nagato sonrió con calidez, Orochimaru sonrió de manera torcida asustando a más de uno
AL CENTRO COMERCIAL - gritaron Obito, Kaguya y Sasuke con emoción mientras que Haku sonreia con timidez y Gaara los miraba con diversión
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Sugoi!!! - mascuyaron al llegar al centro comercial, su tamaño era enorme con bastantes cosas con ella
