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Era de noche, hacia mucho frío y mis pensamientos me carcomían, pero llegó el a distraerme.

-Pecados
~¿Qué?
-¿Has cometido pecados, cierto?
~Si, todos hemos pecado
-¿y te lamentaste?
~bueno, a veces
-¿Te digo el porqué? Simple, los disfrutaste y no sentiste necesidad de pedir perdón
~pero son pecados, actos impuros, ¿como es que se disfrutan?
-¿No cometerás actos impuros? Pero si son los más deliciosos y tú lo sabes
~tienes razón, debo admitir que si los he disfrutado , digo, ¿quien no disfruta el adulterio? ¿quien no disfruta adorar otras cosas aparte de Dios? ¿quién no disfruta esa lujuria que se apodera de ti cuando alguien te excita?
-nos estamos entendiendo, solo a eso vine
~¿a hacerme darme cuenta de cuanto disfruto de los pecados?
-precisamente

Esa noche el ganó y me sentí tan miserable y complacida a la vez.

❝Querido Demonio❜❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora