Sueños extraños

31 1 0
                                    

Laila narra:

La noche anterior dormí muy temprano. Fue muy extraño hehe por que sentía algo en el estomago y la cabeza me daba vueltas, se lo hice saber a mis padres y su respuesta fue "ofresecelo al señor". Yo hice lo que ellos me dijeron pues se que el señor es capaz de curar o matar pero ya. Fui a la cama y rese unas cuantas horas, suena muy exagerado pero así fue, termine quedándome dormida, lo raro fue que... Pensé que alguien me hablaba, desperté asustada, pues pensé que mis padres me llamaban, al despertar mire mi habitación, la cual estaba completamente vacía y obscura. Volví a dormir haciéndome a la idea de que había sido una pesadilla, pero no, volví a escuchar que me llamaban de nuevo, esta vez no desperté y aparecí en un canal de aguas negras, muy pero muy obscuro, me aterraba ese lugar pues se encontraba demasiado solo, no había ninguna luz, ni siquiera al final del camino. Así que camine y la voz volvió a llamarme así que camine hacia donde la escuchaba Pero creo que había cometido un error. Tenia mucho miedo, pues yo detesto la soledad y aun mas la obscuridad, llegue al final del canal y no encontré nada, todo era blanco, y la entrada por donde había llegado se cerro. Corrí hacia ella pero era demasiado tarde había sido encerrada en ese lugar, era completamente blanco así que camine y camine y... Camine. Hasta que de nuevo la voz volvió a mencionarme y mire ah todos lados, pero nada
¿Que quieres de mi? Pregunte, a lo que la voz  respondió
-charlar ¿Eres católica?
Y respondí
Si lo soy, y aquí la que hace las preguntas soy yo
Así que dijo
-haha bien, solo quiero que vuelvas ah hacer como antes
Así que respondí
Estas demente, quien quiera que seas no voy a cambiar mi reli...
En ese momento sentía que me tomaron de los hombros y frente a mi una voz grave dijo
-descuida, que yo are todo lo que pueda para que mires la realidad en la que vives niñita estúpida.
En ese momento sentí que caía y desperté, desperté en el instante que mi reloj sonó. Sigo pensando... ¿Que me habrá querido decir con respecto al hacerme ver... La realidad en la que vivo, ¿Estará mal? ¿No estoy predicando como se debe? Perdí muchos detalles de lo que en esa noche sentí.
Saliendo del instituto caminaba hacia mi casa, lo raro es que... Ni siquiera sabia por donde iba, hasta que tuve que levantar la mirada, un hombre no muy alto como de unos 25 años pues no se miraba muy joven pero tampoco muy viejo. Lo mire y tenia en la cara un cubre bocas negro y un parche en su ojo derecho, me aparte de el y solo me disculpe y lo evite corriendo pasando por su lado izquierdo, llegue a casa un poco asustada pero yo sabia que mi señor Jesús estaría conmigo a donde sea que yo fuera o estuviera, aliviada me acoste en mi cama un pequeño instante quedándome dormida.
-hahaha Laila. Un eco en mi cabeza comenzó a escucharse y entre el eco estaba... Mi nombre, desperté o al menos... Eso pensé, fui a la cocina, pues de allí venia el llamado de mi nombre. Al llegar mire que no había nadie, regresando en la sala estaba alguien sentado y pensé que era mi padre así que le toque el hombro detrás de el mientras se encontraba sentado.
_es tarde pa vamos. Mire la televisión y no había un programa, ni siquiera tenia señal, asustada retrocedí y se levanto, asustada en la obscuridad dije:
_pa-papa?
Comenzó a reírse de una manera loca y me levante para subir hacia mi habitación, pero fue inútil logro sujetarme de la blusa y después del cuello levantándome, con una voz grave me dijo:
-tienes tres días niña
A lo que yo pregunte
Tres-tres días para ¿para que?
-piensalo.
En ese momento desperté asustada y comencé a llorar sin saber aun que estaba pasandome. Esa mañana desperté mejor pero Llendome al instituto había un grupo de chicos y chicas cerca de una casa abandonada, drogándose, bebiendo y fumando, claro simplemente los evite y seguí mi camino hasta llegar al instituto. Las clases fueron normales y comunes como de costumbre, lo único extraño fue que un nuevo chico fue transferido, y estaba vestido igual que los integrantes de aquel grupo que había mirado esa mañana, comenzaba a creer que era uno de ellos, pero después pensé... ¿Por que juzgar a una persona que no conozco? Pero bien, era demasiado callado, así que me acerque a el, no le hable de nada relacionado a mi religión pues si se incomodaba con eso... Tal ves dejaría de hablarme o me alejaría, así que me acerque a el en el receso.
Hola he. Me miro serio y agacho su cabeza, después me respondió
-hola
No hablamos mucho, pues aquel chico era demasiado serio, mire sus mejillas un instante y estaban un poco rojas.

Entre el cielo y el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora