El Legado (TaeNy)

Las mil caras del Diablo - Parte II

Disclaimer: La historia le pertenece a Aleksei Volken y Galadan, yo solo la adapto al TaeNy.

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Capítulo 17: Las mil caras del Diablo - Parte II

"Los monstruos son reales y los fantasmas son reales también. Viven dentro de nosotros y a veces, ellos ganan." - Stephen King.

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Siete días habían pasado desde que la familia de Tiffany fuera raptada.

Siete días en los que Taeyeon apenas había dormido, apenas había comido o hecho cualquier otra cosa que no fuera buscarlos a ellos y al sujeto que los tenía.

Siete días que Tiffany se había rehusado a verla o a hablar con ella.

Siete días en los que sentía que no vivía.

Taeyeon estaba segura que iba a enloquecer o que ya lo había hecho.

-Taeyeon.- le llegó una voz desde la puerta de su oficina. Era muy temprano pero Yoona ya estaba en la oficina aunque a diferencia de Taeyeon ella SI había ido a su casa. -Tienes que descansar. No vas a ganar nada matándote en el proceso de atrapar a este sujeto. Lo importante es atraparlo.-

Taeyeon no le contestó a Yoona. Ni siquiera levantó la vista de la pantalla de su terminal donde revisaba todas las correlaciones que Jiyeon, Seulgi y Shim Changmin estaban generando sobre el caso. Durante el transcurso de las investigaciones habían descubierto y arrestado a tres posibles asesinos y dos pedófilos, pero todavía no tenían al hombre que había matado al menos treinta y cinco personas (que hubieran comprobado) y secuestrado a la familia Hwang.

Tampoco estaban más cerca de comprobarle nada a Park y Taeyeon sospechaba que hasta que no tuvieran a ese hombre, tampoco tendrían nada respecto a Jinyoung.

-Taeyeon...- la llamó Yoona nuevamente pero la agente siguió sin inmutarse. Yoona entró a la oficina, cerró la puerta y se sentó en la silla frente al escritorio de Taeyeon sin esperar invitación. -Agente Kim... cuando su oficial superior se dirija a usted responda apropiadamente.- Yoona había dicho eso con ese tono profesional que Taeyeon conocía muy bien. Levantó la mirada, apoyó la espalda en su silla y miró a Yoona a los ojos.

-Coronel...- fue lo único que dijo.

Yoona la miró con detenimiento. Taeyeon era siempre muy cuidadosa con su aspecto y su actitud, siempre portaba su uniforme con actitud impecable y nunca tenía un pelo fuera de su lugar. Esa mañana, Taeyeon tenía ojeras acumuladas de al menos dos días, su uniforme estaba arrugado y desaliñado, y portaba la chaqueta desabrochada y descuadrada. Su amiga además estaba pálida, sus labios estaban cerrados en una delgada línea de amargura y su mirada era dura, vacía.

"Taeyeon realmente se está matando lentamente." pensó Yoona.

-Ve a verla.- fue lo único que le dijo. Taeyeon desvió su mirada hacia la ventana. -Y toma un baño antes.- le dijo Yoona con una mueca. -¿Cuándo fue la última vez que te bañaste Taeyeon? Pude olerte desde la puerta de tu oficina.- Taeyeon la miró, parpadeando con sorpresa, moviéndose en su asiento se inclinó para olerse lo mejor que podía y la sonrisa de Yoona se hizo más amplia.