Yo podría ser un asesino

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Disclaimer: La historia le pertenece a Aleksei Volken y Galadan, yo solo la adapto al TaeNy.

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ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas de tortura física, psicológica y emocional.




Capítulo 18: Yo podría ser un asesino.



"El mal siempre es poco aparatoso, y siempre es humano. Comparte nuestra cama y come en nuestra mesa." W.H. Auden



Marie despertó colgando nuevamente en la oscuridad. Le tomó varios minutos darse cuenta que la respiración entrecortada y jadeante que escuchaba no era la suya.

¿Sería posible que ya no estuviera sola? ¿Sería posible...? Su corazón se aceleró en su pecho ante la expectativa pero temía fervientemente hacer cualquier sonido.

¿Estaría él ahí? ¿La estaría mirando? ¿Estaría solo esperando que despertara para hacer algo que ella iba a lamentar el resto de su vida? ¿...lo poco que le quedara de vida?

Y lo más angustiante.... ¿Sería John? ¿Leo? El jadeo que escuchaba provenía de una garganta masculina... o al menos, eso pensaba ella.

¿Sería alguien más?

Cerró los ojos con fuerza tratando de controlar su respiración, tratando de escuchar algo más que esos jadeos adoloridos.

Hasta que no pudo soportarlo más.

En el primer intento, nada, ningún sonido salió de su garganta.

-¿Hay...- en el tercer intento, el sonido ajeno y rasposo en que se había convertido su propia voz se escuchó. -¿Hay... alguien ahí?-

El jadeo se interrumpió brevemente y seguido por una tos aún más dolorosa que el jadeo. Quien quiera que fuere, estaba herido, pensaba Marie con la angustia aprisionando su corazón.

-Ma... ¿Mamá?-

Marie quería gritar, llorar... morir... matar...

-¡Leo!- alcanzó a decir antes de sollozar

¿Qué podía decir a su hijo? "¿Cómo estás?" "¿Estás bien?"... esas preguntas mundanas no tenían ningún significado ahí donde estaban, y la voz que la había llamado "mamá", vagamente se parecía a la voz varonil, serena y segura que ella amaba. Era la voz de un extraño.

-Mamá...- se notaba que el dueño de esa voz extraña estaba haciendo un esfuerzo enorme para hablar entre jadeos. Marie se apresuró a calmarlo, tratando ella también de calmarse.

-No hables Leo... no hables ahora.- Su hijo la necesitaba.

Aunque seguían en la completa oscuridad, Marie había escuchado la voz de Leo a su derecha, estimaba que a unos tres metros de ella. Y a la misma altura que ella.

Marie colgaba desnuda, sostenida solo por las muñecas y sus pies, como otras veces, no tocaban el suelo. Era doloroso ya que sus lastimadas muñecas sostenían todo el peso de su cuerpo y apenas podía moverse. Tenía todo el cuerpo entumecido y aterido. Seguramente él también estaba colgado del techo como ella y por lo que escuchaba, en peores condiciones. Marie cerró los ojos tratando de no pensar en lo que ese maldito les había hecho.

El Legado (TaeNy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora