1.Capitulo Amigas para siempre

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Hola a todos, os voy a contar la historia de cómo
conocí a mi mejor amiga que se llama Emma.
Bueno, todo empezó un día que a mi padre le llamaron diciendo que nos teníamos que mudar, por el trabajo que le habían ofrecido en Washington, terminé la escuela e iba a empezar el instituto y de lo contenta que estaba fui a contárselo a mi madre.
Cuando llegué a casa mi madre me dijo que nos íbamos a mudar a Washington, entonces le dije:
- Me dijiste que no nos íbamos a mudar otra vez-protesté enfadada.
Me encerré en mi cuarto, cogí el teléfono, y rápidamente
llamé a todos mis amigos diciéndoles que me iba pasado mañana a las 07:00 am, después cené y me fui a la cama triste, pensando en que nunca más los volvería a ver.
Me levanté bastante pronto y desayuné. Al ir a mi cuarto pensé en quedar por última vez con mi grupo de amigos, así que me vestí y les envié un mensaje. Minutos más tarde bajé a la calle y me dirigí hacia donde habíamos quedado. Era un parque natural, y como siempre, llegué tarde. Cuando me di cuenta, no había nadie. Entonces, cogí el móvil y empecé a enviarles mensajes, pero no les llegaban y me empecé a preocupar.
Tras unos minutos me llamó mi amiga, Lara, diciendo que estaba en casa de su abuela y a ver si podía acercarme a buscarla. Tardé tres minutos en llegar. Toqué el timbre del portal; no había nadie. En ese mismo instante me llamó Lara, me dijo que cerca de la casa de su abuela había una rotonda y un poco más adelante, un edificio de color rojo.
Al que tenía que subir, concretamente a la segunda planta en la habitación número 13. Llegué al edificio y subí. Me encontré con la puerta abierta y entré. Estaba todo oscuro, fui a dar la luz y... todos mis amigos estaban allí.
- ¡Sorpresa!-gritaron todos.
La sala estaba decorada con globos, confetis y un enorme cartel donde ponía:" Te echaremos de menos Olivia". Me alegré tanto que empecé a llorar, estaba tan contenta por la despedida que me hicieron....
Llegué a casa muy contenta porque me lo había pasado genial, me regalaron unas pulseras, un collar, una tableta nueva que habían pagado entre todos... pero eso fue lo de menos. Lo que más me gustó fue despedirme de mis amigos y acordarme de la despedida que me hizo, sobretodo de todas las fotos que nos sacamos.
Pero sentía un poco de tristeza porque no los volvería a ver,
y pensar que me habían preparado una fiesta sorpresa de
despedida, que había aprobado todo para poder pasar al instituto... Pasaron muchas horas y me di cuenta de que no debería de ser tan egoísta; perdería a mis amigos pero, solo por eso, mi padre no debería rechazar el trabajo. Además, podría hacer nuevos amigos y siempre tengo mi móvil para llamar a aquellos con los que una vez pasé buenos tiempos.
Fui al salón dónde estaba mi madre tomando el té y le dije:
- Mamá, siento el comportamiento de ayer. Siento como te hablé por el simple hecho de que no quería dejar a mis amigos.
- No pasa nada hija, yo te perdono. Es normal tener ese tipo de reacciones a tu edad, estate tranquila.
Me fui a la cama con la conciencia tranquila porque le había pedido perdón a mi madre.
Cuando me di cuenta, ya había amanecido y había sonado
el despertador. Eran las 5:00 am y me fui al baño para ducharme, vestirme y arreglarme. Eso sí, tenía un sueño que me hacía querer volver a dormir.
Terminé en el baño y luego entró mi madre, lo raro es que tardo menos que yo. Se notaba que tenía prisa. Mi padre, como siempre, se vistió rápido. Revisó la maleta y los papeles importantes que tenía que llevar. Cuando terminó la revisión, yo y mi madre ya estábamos listas.
El señor que se encargaba de la mudanza llegó y guardó en el camión los muebles y las cajas de la mudanza. De camino a Washington en el coche, miraba por última vez mi casa, el parque y el edificio de mi fiesta sorpresa.
Por fin llegamos, la casa era mucho más grande que la anterior; diferente en el estilo, era mucho más moderna. Lo primero que hice fue sacar mis cosas y diseñar mi cuarto nuevo, me hacía mucha ilusión.
- Mañana es mi primer día de instituto, así que tendré Que preparar todo - dije con pereza.
Entonces me puse a pensar ¿Cómo será mi primer día? ¿Cómo serán mis compañeros?...
Era la hora de cenar y la verdad, es que mamá hizo una comida muy rica, así que me fui a la cama bien satisfecha. - ¡Mañana será el gran día! - dije nerviosa, mientras abría la cama.
Estuve soñando despierta con un día de ensueño; tenía muchas amigas y los chicos, como siempre, eran tontos pero graciosos. Era un buen sueño y esperaba que el día siguiente fuera así.
De tanto pensar, al final me quedé totalmente dormida. Al mirar el reloj, eran las 07:40 am y con lo que tardaba... ¡iba a llegar tarde!
Elegí ropa con estilo, y me tuve que duchar más rápido de lo normal porque entraba a las 08:30 am.
Llegué al instituto y fui rápidamente a mi clase, por suerte no había llegado tarde...
Tuve tiempo de sacar los libros, antes de que llegara el profesor. Cuando íbamos a presentarnos, vino una chica rubia, igual que yo, con los ojos azules, llegó un poco tarde y el profesor enfadado dijo:
- Señorita Johnson, el primer día y llega tarde - Lo siento ...
- Bueno ya que ha venido tarde se presentará primero
- Bien, me llamó Emma Johnson y vivo quien Washington, pero me e cambiado de instituto ,y espero llevarme bien con todos
- Emma se sentó a mi lado en su silla , y parecía muy buena persona, y me miro y me dijo:
- ¿Tu eres Olivia verdad?
- Si, hola
- Yo soy Emma y también soy nueva, aunque vivía en Washington, iba a otro instituto y me e cambiado, porque nos hemos mudado de casa y este instituto era el más,cerca de mi nueva casa.
- Yo me e mudado con mis padres a Washington, porque mi padre a conseguido, un nuevo trabajo, en el que le pagan mas, y este es mi nuevo instituto que mas te puedo contar...
- ¿Te gustaría quedar a la tarde conmigo?
- Claro que si, ¿Por que no?
- Vale pues entonces después de clase hacemos los deberes y nos envíamos un mensaje.
Llegué a casa y el primer día había sido genial,fui a mi cuarto y me puse a hacer los deberes para poder quedar con Emma.
Terminé y guarde los libros en la mochila seguidamente coji el movil y le envie un mensaje a emma.
Quedamos en un parque cerca de su casa,que no estaba muy lejos. Llegué al parque y allí estaba Emma sentada en un banco esperándome y le salude.
- ¿he llegado tarde?
- ¡no tranquila, acabo de llegar!
- vale, ¿te apetece un helado?
- ¿si, porque no?
Nos fuimos a comer el helado y nos gustaba el mismo sabor, el de fresa y dando un vuelta nos encontramos con un chico (era tan guapo que no me lo podía creer) y pensé (cómo se llamaba)
- bueno da igual -suspire-
olvide al chico guapo y emma y yo seguimos caminando, entonces el móvil de Emma,empezó a sonar, era su madre que decía que fuera a casa para que le ayudara en unas cosas así que emma se marchó y yo también.
Llegué a casa cansada de tanto caminar y me eché en la cama, y estuve pensando sobre aquél chico mi madre abrió la puerta y me dijo que fuera a cenar y como de tanto pensar no me puse el pijama, fui a cenar con la ropa que llevaba.
- ¿no te has puesto el pijama?-dijo mi madre enfadada.
- no mama.
- bueno, ¿como te a ido el primer día?
- muy bien, he conocido a una amiga y los compañeros eran muy amables.
- me alegro por ti, ya me presentaras a tu amiga.
- tranquila mama, te la presentaré ¿por cierto, y papa?
- sigue trabajando,hoy saldrá tarde . . .
- vale . . .

2 rubias y una amistad peculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora