Y de pronto...

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Me levanto cada mañana pensando en por qué la marea se calmó, la sirena gritaba con cada mordisco depredador que durante tanto tiempo recibía, la desgracia de la situación no solo es la enfermedad que ella consigo llevaba, era la cría, enmedio de cada erupción submarina.

El mar quedó en calma y la cría preguntaba; "¿Por qué haces esto ahora?" No sabía qué hacer, a donde ir, su mente estaba rota no como un cristal, tal vez como un puzzle que no puede resolver. Faltan tantas piezas.. pero sabe por qué no están, pues se quemaron con el tiempo por ráfagas de fuego, balas rebotantes que tarde o temprano consiguieron fulminarme.

Fulminante fue como todo se restableció; como las corrientes desaparecieron, los gritos, amenazas, insultos, desprecios, años y años de locuras que esa sirena y su cría tuvieron que aguantar mientras la muerte estaba a punto de recorrer sus huesos. Tanta paciencia no es buena, pero su falta es peor aún, pues una noria puede dar muchas vueltas y no sabes cuando puede llegar a fallar, es por eso que necesita un equilibrio, ni mucha fuerza ni demasiada calma, y esa es la llave que abrió la puerta de mi calma momentánea, no es posible que sea eterno, pero esperaré con mis armas sin filo a que el depredador vuelva a la carga.

Corrientes submarinas hay muchas, pero depende de cual uses llegarás a un lugar del inmenso océano o a otro, puedes intuir si será mejor o peor, pero tus decisiones al final del camino serán las que construyan tu vida, por que el destino es el camino que nosotros mismos nos construimos y las estrellas fugaces no son reales hasta que no impactan contra mi torso. De momento la cría sigue pensando en todo, pensando en nada, dándole vueltas a su cabeza llena de problemas, es consciente de que cuando adulta sea mayores sean estos pero las situaciones de cada uno las vive a su manera y es un verdadero mundo cada pecera.

La presa dudo que perdón pida, tiburón es y tiburones lo hicieron como al resto de su especie, animales fieros, se atacan entre ellos, y aunque la culpa los invada son incapaces de decir la verdad a los ojos de quien sea, y mientras tanto la cría de desangra por su culpa, creyendo que su padre ni aprecio ya le tiene y todo lo que hubo atrás, atrás se quedó para siempre...

ProblemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora