Re-Birthday [KiriBaku]

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✓Pareja: KiriBaku
✓Angst
✓AU: Dioses.
✓Tragedía
✓INCESTO (A medias )
✓Trama culia mala.
✓Pedido de @4dvened1z0 ( - )

ーKatsukiiiiー

El silencio del palacio se tiñó de un tono alegre, la luz creció con felicidad, los pasos se hicieron notorios, y Katsuki, quién hasta segundos antes hablaba con uno de sus sirvientes solo pudo suspirar, cerrando los ojos tenuemente antes de sonreír, girando su cuerpo para recibirlo en brazos abiertos, Eijiro, su hermano, venía corriendo a sus brazos como siempre.

ー¿Qué pasó Ei? ー

Con calma Katsuki lo sostuvo entre sus brazos hasta que los pies de Eijiro tocaron el suelo, era tan pequeño, aún recuerda cuándo llegó, a pesar que era un solo niño, aún puede recordar cómo los bellos ojos de Eijiro se posaron en él, era lo único que compartían, eso, y el amor que le tenían a su madre, esa que lastimosamente los había abandonado hace unos años.

Aún puede recordar su calidad mano en su mejilla, acariciando su pómulo al decir que había hecho algo bien.

ーTe dije que necesitabas llamarlo por su título, Eijiro ー

Regañó Shōta, el guardián de la vida, y guiador de la muerte.

Sí, no eran simples humanos, eran dioses, dioses que como cualquier otro, morían.

Katsuki, hijo mayor de Inari, diosa de la fertilidad, la agricultura, y los zorros, siendo este último obtenido por Katsuki quién pasó a ser el nuevo "Inari", ya que era un título, los dioses enfermaban al ser contaminados, morían si eran atacados, y a veces eran sellados. Muy pocas veces, pero sucedía, pasaba que ellos se corrompían, ya sea por sus deseos egoístas o por la intervención de alguien más, en términos humanos, ellos enloquecían y se volvían malos, algunos lograban escapar y otros simplemente eran asesinados por el panteón, por eso Katsuki siempre se mantenía protegiendo a su hermanito, ese chico tan puro que parecía ensuciarse con un toque.

Pero a los ojos de Eijiro, no sólo existía en Katsuki la belleza y benevolencia de su madre, también estaba la fuerza y vitalidad de su padre, Hachiman, un hombre estricto, que le ha enseñado a ambos el oficio de la guerra, les ha enseñado a aprender de los humanos y enseñarle a los humanos, a vigilar los cambios, y jamás favorecer a un lado, son imparciales, pero a veces Eijiro simplemente no podía quedarse de un lado, no cómo lo hacía Katsuki, quién se quedaba siempre firme al lado de su padre, a veces sonriendo, porque sólo él podía sonreír y reír frente a uno de los dioses más temibles del panteón.

ーNo es necesario, Ei es mi hermanito, puede llamarme como guste, antes de dios, soy su hermano ー

Y eso le encantaba a Eijiro, la forma que era especial, porque Katsuki no dejaba que nadie le mirara, que nadie se le acercara, pero él podía.

Sonrió de nueva cuenta.

ー¡Padre trajo un maestro de magia para mí! ー

Explicó con alegría, casi saltando de sus brazos, sus ojos rojos brillaban, era simplemente demasiado feliz.

Esa felicidad se contagió a Katsuki, quién lo alzó en brazos.

Ante ojos humanos, Katsuki tendría unos doce años, en cambio, Eijiro sólo unos ocho o siete, pero, siendo dioses, sus edades eran de siglos, tan diferentes.

Eijiro había nacido en la época cuando los humanos y lo sobrenatural ya no interactuaban tanto, en cambio Katsuki nació en medio de la guerra, guerra que le había dejado una gran cicatriz en la espalda.

La vida de los dioses es larga, su maduración también lo es, cuando su cuerpo desarrolla la magia que necesita cambia a su forma adulta, pero Eijiro era especial, a ver qué Katsuki no cambiaba, él se cambiaba a una versión infantil de él, creciendo el ritmo de su hermano.

PSIQUE [BNHA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora