Confesión. [KiriBakuFEM]

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✓Pareja: KiriBakuFem / KiriBaku
✓AU
✓Romance
✓Fluff
✓Regalo para Sue <3

Bakugo Katsuki no era un cobarde, todo lo contrario, el muchacho de solo 16 años de edad era uno de los más valientes, para no decir el más, del grupo, siempre su papel estaba al comienzo del ataque, pero había algo que le hacía detener muchas de sus acciones, la vergüenza.

Ese era el principal motivo por el que no iba y le plantaba en ese mismo momento un beso bien marcado a Kirishima sobre su linda sonrisa.

Maldito hijo de puta, ¿Cómo podía ser tan malditamente lindo? Gruñó incomodo y frustrado contra la mano que cubría su boca, y es de que fue consciente del amor que había desarrollado dentro de su corazón por Kirishima todo cambió.

No solo estaba mucho más incómodo con su contacto físico, si no que también quería estar más tiempo con él, pero había un jodido y gran problema que no creyó enfrentarse en su maldita vida, al parecer él era gay, Kirishima no.

O eso se convencía cada vez que quería decirle sus sentimientos, no quería arruinar su amistad, y menos sentir la vergüenza de ser rechazado, por eso, por una sola vez deseó haber nacido mujer.

Qué maldito cliché.

Decidió llevar ese secreto a su tumba, si hubiera estado cien por ciento seguro de que Kirishima le correspondería, se lo hubiera dicho, pero como no lo estaba, en realidad creía todo lo contrario, decidió simplemente callárselo. 

Pero, callárselo y aguantarlo eran dos cosas diferentes, le hervía la sangre al verlo tan cerca de cualquier perra que le sonreía como si estuviera en celo.

  —Agh, maldición — 

Sí, hasta él se daba cuenta que era ridículo por eso, porque Kirishima no era suyo y no lo sería jamás, debía respetar su propia decisión y seguir adelante, como su compañero y amigo, ser un buen héroe y el mejor amigo que podría ser, así todos felices. 

Porque si Kirishima era feliz, él era feliz. 

Con ese pensamiento en mente, se fue a dormir, el otro día  simplemente sería uno más de su futura vida junto a él, como su mejor amigo, porque a eso no pensaba renunciar. 

Los rayos del sol le hicieron despertar, y alarmado se alzó en la cama, ¡Maldita mierda!, no escuchó el despertador así que no salió a correr en la mañana para entrenar, ¡Maldito día!. 

Tomó el reloj despertador del velador y con rabia observó la hora, para luego descansar sus facciones y soltar un corto pero muy relajado suspiro, eran sólo las seis, tenía tiempo suficiente para bañarse, tomar desayuno e ir a la U.A. 

Pero, apenas movió las piernas para salir de la sabana fue que notó algo extraño, le costó tocar el suelo en un comienzo. cómo si sus piernas se encogieran, pero no le tomó asunto, porque no tenía tiempo para perder en algo como eso. 

Se arregló un poco la camisa que se caía de su hombro y rascó su nuca, soltando un bostezo antes de arrastrar los pies al caminar por la alfombra, despertar tarde le causaba sueño, su cuerpo estaba acostumbrado a dormir lo justo, así que cuando estaba más tiempo dormido, más cansado se sentía, justo cómo ahora. Tendría que tomarse un café para despertar. 

Se detuvo de golpe al ver su silueta en el espejo de cuerpo completo, incluso se talló los ojos sin llegar a creerlo. 

Esa mierda no era posible. 

No. 

Se tocó el rostro, los hombros, el estomago y las piernas. 

Luego de unos segundos mirando atónito el vidrio reflectante, se tocó los senos, soltando un sonidito por el dolor que se causó al apretarlos un poco fuerte. 

PSIQUE [BNHA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora