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Hoy me dormiré temprano, haciendo lo único que sé hacer.
Apreciar las notas de un piano y un violin, llorar un poco con Bach y Jiři Antonín.

Me dormiré temprano, porque ya no tengo fe.
En que después de las doce, haga más que pensar, o algo que goce.

Ojalá dormirme y no quedarme pensando,
en que cada día hago cosas, que no me hacen feliz.
Ojalá dormirme, y que despertar ya no sea un problema.
Pero cada vez que lo pienso, termino pensando en ti.

Siento que nadie aprecia lo que hago,
odio verme a la cara, y pensar que tengo razón.
ya tragué el más amargo trago;
nadie valora los desvelos de mi corazón.

Siento que lo que sé hacer aquí no vale de nada, y con lo que no sé hacer, peor, no puedo hacer nada.
Siento más que los demás, por eso tengo el corazón frágil,
la enfermedad del poeta y el músico, quién diría que no es tan fácil.

Me siento mudo, de oído sordo y de ojos ciego. Me siento horrible, me siento mal, me siento muerto.
Me revuelco, estoy enterrado en uno o dos huecos.
Me siento triste, me siento raro... ¿Siento?

Ya no aguanto más este viene y va, más que sufrimiento,
Mil y una veces preferiría arrepentimiento.
Volvería al pasado, al noventa y nueve a decir lo siento,
a disculparme una y otra vez por mi nacimiento.

Conjuros consonantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora