puppy in love

Segundo acto ¿celos?...fallido

-Deja de reírte, idiota.

-¡oh! Vamos cachorro… ¿viste su cara? Y luego creyó que tu y yo… - sin ser capaz de terminar la oración,  volvió un segundo ataque de risa que le hizo doblarse y sujetar su estómago con ambas manos, mientras que el castaño continuaba maldiciendo entre dientes.

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En el departamento del oji miel, este miraba el televisor sin prestar demasiada atención, en cambio su amigo le miraba y soltaba risillas disimuladas al captar su ceño fruncido y ver que presionaba los labios con enojo.

-Bien bien… te ayudaré aclarar todo con tu macho idiota.

- cállate Müller – si, en definitiva el castaño estaba enojado aún. No sólo era el hecho de que Chris le hubiese visto en aquella vergonzosa escena, sino que además de todo lo había tomado como nada, eso disolvía sus esperanzas  de que el mayor pudiese sentir algo aunque fuese pequeño por él. Y todavía le enfadaba más aún el que Jake siguiese mencionando que el mayor estaba “celoso” eso pero ni de lejos.

- Pequeño cachorro dolido. Déjame ayudarte esta vez…

- … y a todo esto… - le miro con una ceja arqueada y continuó - ¿Cómo se supone que lo harás?

- Tu déjamelo a mi, Nivans.

Por alguna razón,  aquella sonrisa ladina y mirada traviesa no le daban buena espina al castaño, pues cuando Jake le miraba así, significaba que estaba planeando alguna tontería.

Y…en verdad era una tontería. Creyó que por primera vez podía confiar en las palabras de su idiota amigo, pero eso era mucho decir tratándose de Jake Müller.
Esta vez Jake optó por usar la táctica de celos.   Cito a una de tantas  novatas que estaban perdidas por el soldado y le mintió diciendo que Piers había aceptado una cita con ella. No era tan mal plan, el problema era que Piers no quería jugar con los sentimientos de  una joven enamorada,  aunque lo peor, era que dicha chica si que estaba algo… muy emocionada con el castaño.

Era linda eso sí, de ojos oscuros y piel aceitunada, su larga cabellera negra le daba un toque sensual. Curiosamente Piers noto que la chica tenía ciertas similitudes con su capitán, como el color de piel, los ojos y el cabello. Era ya algo de coincidencia.

Apenas se acercó al soldado que la esperaba en uno de los pasillos para irse juntos, esta se arrojó abrazarlo sin algún motivo válido al parecer de Piers.
“Mierda, Jake ¿No podías encontrar una menos emocionada?” pensó el casi asfixiado oji miel.

Estaba bien, era sólo una cita, una salida para conocerse y de ser posible olvidaría lo de darle celos su capitán,  porque para Piers, eso era infantil. De todos modos no era nada formal ni nada que le obligara a casarse ya.

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Claro, no había sido tan malo. La chica hablaba de diversos temas, en especial de los ojos “bonitos” del oji miel. Pero en general era divertida.

- No estuvo tan mal ¿eh? – preguntó Jake la mañana siguiente. Con su sonrisa amplia. Era como si estuviese planeando algo malo.

- Se que quería besarme al final de la noche. Y no paro de tocarme el pecho y los brazos… aunque tiene buen tema de conversación,  pero yo creó que más que gustarle, ella sólo quiere acostarse conmigo, Jake - Piers casi se lamentó y su torpe amigo sin embargo no se pudo aguantar la risa ante las palabras del castaño.

Y casi como si hubiese recibido una señal, la joven azabache salió de alguna parte y se acercó sonriendo hacia el soldado, bajo la atenta mirada de Müller  que alzaba la cejas con insistencia en modo de burla para el joven Nivans. Pero la mirada del castaño topó con otra mirada dura de ojos oscuros, haciendo que casi se le vaya el corazón por lo penetrante de esta. El azabache miraba todo desde el final del pasillo, acompañado por supuesto de Jill Valentine, otra  vez. Y de nuevo, no tenía forma de saber que pensaba el mayor sobre él ni sobre la situación, mucho menos cuando dicha chica lo tomó del cuello de la camisa y chocó sus labios contra los suyos, sonrojando al instante al joven soldado que no se apartó por lo sorpresivo de la situación.

Cuando reaccionó, la mirada dura de su capitán ya no estaba más. La risa poco disimulada de Jake era lo único que le hizo volver a la realidad y la mirada de “inocencia” de la “vampira” como le llamó  automáticamente Piers en su mente a la chica, le decía que en definitiva… ella lo planeó con Jake.

-Nos vemos, Piers – la azabache le guiño un ojo y se marchó con una sonrisita de suficiencia en su fino rostro.

-¿Qué… que carajo hiciste, Jake?

-Nada… la chica dijo que se moría por besarte. Que hablabas tan poco que sólo tenía ganas de hacerte abrir la boca de alguna manera – le miro casi como un niño inocente y luego amplió su sonrisa – pero hubieses visto el rostro de tu amado, parecía que fuese a matar a alguien… ya verás, un intento más y este por fin admite que le gustas – ante su última oración, señaló en dirección a donde se había marchado el mayor, sin dejar de sonreír mientras el aún sonrojado soldado le miraba con el ceño fruncido -
Ay… no me mires así, te pareces al amargado ése - una risa burlona antes de murmurar para el mismo un "No cabe duda que son tal para cuál"

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