Capítulo Uno: "Emboscada"

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El sonido de la explosión me aturdió un poco, estacioné el auto lejos de los tiros y el caos que a lo lejos podía escuchar, bajé del auto y miré para todos lados verificando que no fuera vista por alguien, frente de mi estaba un muro con rejas que no me permitía cruzar al otro lado. Escalé este rápidamente y salté al otro lado, cubriéndome en los arbustos. Saqué mi arma de la parte de atrás de mi pantalón y fijé mi camino en busca de respuestas porque no tenía la menor idea de lo que sucedía, recién había regresado de él almacén. Comencé a caminar con dirección a la mansión, esta estaba prácticamente hecha pedazos, me cercioré de que no hubiera nadie cerca y me adentré por la parte de atrás de la mansión, una vez adentro me di cuenta de que estaba vacía sin embargo no podía confiarme, caminé silenciosamente desde la cocina a la sala principal, desde el ventanal miré hacia el jardín. Me sorprendí un poco al ver que este parecía una fosa comunal, demasiados cuerpos sin vida.

A lo lejos, en la copa del árbol más alto del jardín pude notar movimiento, apunté mi arma hacia este sin embargo me di cuenta que era Marcos en el balcón del lado oeste de la mansión con un francotirador, salí por la puerta principal evitando las llamas que se esparcían por la puerta. Salté a través de estas. Aceleré mi paso hacia el sonido de las balas, me guié hacia el lado oeste, donde Marcos disparaba, una vez estuve al alcance de su vista este me apuntó con el franco, rápidamente le hice señas para que se diera cuenta de que era yo y no algún desconocido, lo vi maldecir entre dientes por poco y me pegaba un tiro.

Corrí hacia el arbol a su lado y me cubrí en este.

-¿Que demonios sucede? ¿Quienes son? -Pregunté lo suficientemente alto para que me pudiera escuchar. Marcos se agachó rápidamente y se asomó por el lado derecho del balcón para poder hablarme sin ser interceptado por una bala enemiga.

-No lo sé, aparecieron de la nada y nos embistieron. -Escuché el crujido de las hojas, me di vuelta y pude notar a un hombre con mascara de payaso caminar descuidadamente con una ametralladora en la mano, se dirigía a la mansión, sin notarme él caminó a unos cuantos metros de distancia de donde me encontraba. Sin embargo a los meros segundos ya se encontraba en el suelo desangrándose rápidamente. Miré a Marcos quién cargaba su franco nuevamente, lo había matado de un tiro.

-Noen ha improvisado un fuerte en la entrada, debes tener cuidado, están entrando por todas partes. Me hizo seña con los dedos para que siguiera adelante, asentí mientras el volvía a acomodarse en el puesto vigía del balcón.

Corrí por debajo del balcón para poder tener una mejor vista hacía la entrada, me agaché un poco entre los arbustos del jardín y poco a poco me fui acercando a la entrada. Como había dicho Marcos, Noen tenía un fuerte en la entrada combatiendo al enemigo, habían muchos cuerpos alrededor del jardín y probablemente la mayoría sin vida pero gracias al cielo no reconocí ninguno. En mi camino hacía la entrada, divisé dos hombres con mascaras que podían interferir con mi llegada al fuerte, apunté mi arma hacia uno de ellos y disparé, el otro se dio cuenta de mi presencia y con intensión de dispararme, cayó al suelo abatido. Miré hacia atrás, Marcos lo había derribado cubriendo mis espaldas.

Seguí adelante hasta que pude llegar a la entrada.

Mis hombres habían creado un fuerte en la entrada, y algunos estaban esparcidos por grupos en los alrededores de la mansión. Las balas se hicieron presente de nuevo y me escondí detrás de un muro, busqué a Noen con la mirada, lo vi en el fuerte dando órdenes y disparando de vuelta a la banda. Tomé aire y corrí hasta donde él se encontraba agachando la cabeza para que no me volara los sesos una bala. Me tiré al suelo cuando llegue al fuerte, arrastrándome hasta donde se encontraba este recargando su arma.

-Emily, al fin llegas ¿Donde diablos estabas metida? -Preguntó Noen un poco alterado, recostado a los sacos de arena que los cubrían a todos de las balas.

NémesisWhere stories live. Discover now