.~ Soy ~. AU: ángeles guardianes

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Plumas que volaron y quedaron en mi piel

Manuel estaba de puntillas a un costado de la cama del hospital, sobre la misma permanecía acostada su madre con el que sería su nuevo hermanito, sin embargo el no miraba al recién nacido que dormía plácidamente luego de armar un escándalo sobre los brazos de su madre, al otro costado de la camilla estaba alguien de pie mirando con interés al bebé, se acerca a su padre que se mantenía un poco más alejado para señalar con el dedo a esa persona.

— si Manuel, es tu hermanito, Santiago

Sus ojos adultos no pudieron ver al ángel que estaba a un costado mirando a quién sería su protegido hasta el día de su muerte.

Son las que algún día me enseñaron quién es el

Ambos hermanos pese a ser casi parecidos entre si eran sumamente diferentes, mientras Manuel estaba en su cuarto leyendo lo que se encontrara por ahí el menor de los Gonzales parecía vivir en la calle, llegaba a altas horas luego de jugar a la pichanga con sus amigos de la calle con las rodillas llenas de raspones y alguno que otro moretón, aunque aseguraba ser un niño valiente y que eso no le dolía, muchas veces lo sentaron en el sillón para regañarlo por llegar tan tarde a casa asegurándole que podía ser peligroso, pero siempre respondía con la misma frase "siempre me están cuidando". No mentía, cada vez que salía a un pobre ángel a sus espaldas se preocupaba de más al ver tantas caídas y al verlo volver a casa tan tarde, Santiago podía verlo, tenía los cabellos negros y numerosas pecas en el rostro e incluso un día aburrido las había contado, no recordaba el número por desgracia, como su guardián no tenía un nombre como tal en su inocencia simplemente lo llamó Ángel porque... bueno eso era.

Lo recordaba desde siempre, cuando solo era un bebé que gateaba por toda la casa, sus padres lo miraron con sorpresa cuando les recordó que una vez casi baja rodando por las escaleras, por suerte Ángel claramente asustado le empieza a hacer señas para alejarlo del peligro, no podía tomarlo y dejarlo en un lugar más seguro debido a que sus manos no lo tocarían en realidad, por suerte el pequeño reacciona alejándose de la escalera gateando en su dirección, Manuel apareció poco después en la escena devolviéndole la tranquilidad al angel. Y cuando finalmente aprendió a hablar Santiago obtuvo un nuevo amigo, por suerte pasó desapercibido como un "amigo imaginario", debía admitir que le daba ternura ver dibujos no muy elaborados a causa de sus manos inexpertas sobre las paredes de toda la casa, cuando sus padres le preguntaban quién era ese sujeto con alas respondía que era su amigo Ángel.

Me doy cuenta de quien soy

Ahora el niño estaba más grande con sus 10 años cumplidos hace un tiempo, seguían conversando pero poco a poco el iba olvidando mucho cosas relacionadas a su guardián, llegaría un día en el que ya no recordaría nada y el no estaría para refrescar su memoria, corrigiendo, si estaría pero no era mucho porque los ojos del chiquillo al que le había agarrado tanto cariño nunca más lo verían, como si prácticamente no existiera, quería evitar pensar en ese día. La buena memoria que Santiago solía presumir pronto iría olvidando, los hechos reales se transformarían en cuentos de fantasía, Ángel no sería más que un amigo imaginario, nada más.
Bueno... podría torcer quizás solo un poquito las reglas, el como ángel no tenía las facultades para relacionarse directamente con su ahijado, el niño sabía que estaba allí pero no podía ni hablarle, lo que si podía hacer era poder controlar gran parte de sus sueños, prácticamente elegir lo que vería, cuando se dio cuenta de que los ojos de Santiago ya no lo veían recurrió a visualizar sus recuerdos de cuando era pequeño, así pudo revivir una vez más esas memorias que tanto se negaba a dejar ir.

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