Crush. |RICHERLY|

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Luego de una exhaustiva búsqueda, Richie Tozier estaba por darse por vencido. Quería solucionar las cosas con su pelirroja amiga, pero no encontraba la forma de hacerlo. Él la divisó a lo lejos, y se acercó a ella, quien se encontraba sacando y guardando libros de su casillero.

- Bev.- llamó, pero no obtuvo respuesta.- Beverly.- insistió. Ella finalmente lo observó, con una mezcla de emociones reflejada en sus ojos.

- ¿qué quieres, Richard?- contestó secamente.

- Que sepas que no fuí yo quien escribió la carta. Yo jamás haría algo así. Y no quiero perder mi amistad contigo.- Richie suspiró y bajó la vista por un segundo, para luego volver a subirla.- me gustas, Beverly. Ya lo había dicho. Pero ya no pretendo que me veas de la misma forma que yo a ti. Simplemente pido que me creas cuando te digo que no fuí yo. Que yo jamás haría algo para lastimarte, y que, de hecho, lo único que hice todos estos días fué tratar de encontrar al idiota que escribió eso.- soltó. Beverly lo observó. No con una simple y superficial mirada. Lo observó verdaderamente. Observó cada detalle de su mejor amigo. Cada aspecto de él. Y en ese entonces, supo que no podía continuar enojada con él. Porque, aunque aún tuviese dudas respecto al autor de la carta, aceptó lo inevitable. Aceptó que, al igual que él, Beverly Marsh estaba enamorada de Richie Tozier.