La hermosa zombie que había encontrado hace varios días en la carretera, llevaba por nombre "Lauren".
¿Cómo lo sabía?
Porque llevaba una identificación de Walmart colgando de su cuello.
Era muy probable que haya sido transformada durante su jornada de trabajo.
Le calculaba unos diecinueve años.
Yo no recordaba muy bien a que edad había sido transformado.
¿Veinte? ¿Veintiuno?
Es un poco abrumador cuando intentas recordar algo.
Es como si tu mente estuviera en blanco. Y cada que intentas recordar es como si tu cerebro estuviera más cerca de explotar. Como una insoportable jaqueca.
Pero volviendo al ahora...:
Me encontraba en mi segunda cita con Lauren.
Estábamos tumbados en una montaña de tierra cercana al camión de paquetería en el que solíamos vivir, mirando el cielo estrellado mientras comíamos de los restos de un ciervo muerto.
La primera cita no había salido muy bien que digamos...
Un zopilote me atacó mientras veíamos la puesta de sol.
Definitivamente cualquier animal que se vea atraído por la carne podrida, es el peor enemigo de un zombie.
Cualquiera pensaría que los humanos lo son, con sus armas de fuego y cualquier otra cosa que puedan utilizar para atacarnos. Pero no...
En realidad creo que no hay peor cosa que ser comido. Y dudo mucho que exista una persona en la tierra que cace zombies para comérselos.
Sería repugnante. Ni siquiera yo sería capaz de comerme a mi mismo o a cualquiera de los otros.
A mi lado derecho, Lauren se volvió hacia mi y me observó por un largo rato.
Aún no sabía la razón de su ojo hinchado, pero parecía que cada día se ponía peor.
Me daba miedo incluso que en alguna de nuestras futuras citas se le llegase a salir. Pero aún así me gustaba.
Lauren me miraba atentamente como si quisiese decirme algo.
Me costaba mucho adivinar lo que quería decirme.
Y sabía que a ella también le costaba mucho dar a entender lo que quería decir.
Cuando un zombie intenta hablar es como escuchar a un animal. Siempre atropellamos las palabras y balbuceamos.
Es por eso que Lauren y yo solemos comunicarnos sólo con la mirada.
Pero en estos momentos no estaba demasiado seguro de lo que ella me quería decir.
O tal vez sólo me miraba...
¿Tendría algo en la cara? ¿Sangre del animal? ¿Un insecto en el cabello?
Todas aquellas preguntas se esfumaron en el momento en el que ella recargó su cabeza sobre mi hombro y volvió su mirada a las estrellas.
¿Era posible que un zombie amara?
No lo sabía, pero me gustaba estar con Lauren.
Me gustaba mirar cada día ese ojo saltón, ir en busca de comida en compañía suya, ver la puesta de sol a su lado, y mirar las estrellas.
Podría hacer eso una y otra vez todos los días de mi vida como zombie, siempre y cuando sea al lado de Lauren.
Pase mi brazo alrededor de sus hombros y recargue mi cabeza sobre la suya.
Y entonces... deje que mi mirada se perdiera en el firmamento.

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Vida de un zombie.
Teen Fiction"Esta no es una vida cualquiera... Esta es la vida de un zombie."