Brighton.

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Cuando aterricé, estaba lloviendo. 

Welcome Eva! This is Brightom and there are a fucking weather all time! Mi sarcasmo llega a limites insospechados, pensé. Recogí las maletas y llamé con la mano al primer taxi que pasó. Mi inglés no era tan bueno como deseaba pero me servía para entender y hablar lo necesario. El taxista me entendió.

Llegué a la residencia de estudiantes y me presenté a la secretaria para recoger las llaves de mi piso. No viviría sola, ni mucho menos. Cuatro compañeros más y, por lo que tenía entendido, ninguno era ni español ni inglés. Así que supuse que todos estudiantes extranjeros. Me gustaba la idea pero tenía miedo sobre con quien me encontraría.

Entré al apartamento y había un salón medianamente grande con un sofá en frente de la televisión en un lateral, una mesa cuadrada con cristal en el centro y cuadros colgados por las paredes. No más. En la pared contraria a la que estaba había, lo que parecía, la entrada de una cocina. No fui, sino que entre por la puerta que había en el lateral contrario. Ante mi había un pasillo con siete puertas. Estuve abriéndolas y todas estaban inhabitadas: solo una cama, un armario, un escritorio con una silla y una mesita de noche. Aunque había en algunas un pequeño cuarto de baño propio. Todas daban a una ventana y se podía hablar con las habitaciones contiguas por su proximidad. Todas eran cuartos menos una en la que se encontraba un gran baño. No me esperaba ni más ni menos por su precio.

Decidí elegir una habitación ya y para no coger ni la mejor ni la peor, escogí la última del pasillo, con cuarto de baño propio, pero era más pequeña que algunas otras. Tras comprobar cajones y la comodidad de la cama, metí todo mi equipaje en su sitio y me dirijí a la cocina.

Estaba todo equipado con hornilla, horno, microondas, friegaplatos y demás muebles y electrodomésticos. No era grande pero tampoco pequeña la cocina, lo suficiente como para sentarse allí los cinco a comer porque, efectivamente, había otra mesa en el medio y y encima de esta, un papel.

Lo abrí: era un informe de presentación. Nos daba las gracias, que estuviésemos a gusta y que para cualquier cosa que necesitáramos allí estarían. Me llamó la atención la parte de abajo. Nombraba a los cinco integrantes del piso. 

Katherine Wayans

Adam Mortensen

Hugo Leblanc

Eva López

Kaito Etsuko

Había chicos... no se me informó de que eran residencias mixtas. Anonadada, dejé el papel donde estaba y me pusé a pensar.¿Qué iba a hacer ahora?

Cuando me empezó a sonar el móvil. Mierda, ¡se me olvidó llamar a mis padres!

Stay with me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora