Capítulo II

4 2 0
                                    

-Pensé que era otra cosa enana. -Responde despeinando mi cabello.

-Oye - Me enojo por su acto, me subo a la cama y ahora si soy alta, al menos de que mismo tamaño, con mis manos lo acerco y le despeino su cabello.

-Estúpida, mi cabello, idiota-Chilla como una niña, me río.

-Ay cállate, rubio teñido
-Se coloca una mano en el pecho.

-¡Es natural! - Grita indignado.

Ni él mismo se lo cree.

-Si, como no. -Digo irónica.

-Niña envidiosa, te molesta que mi cabello sea más sedoso y brillante que el tuyo.
-En parte tiene razón, pero no se lo diré.

-No me molesta,  es raro que te importe tanto tu cabello. -Me mira mal, y yo me río.

-¿De qué te ríes estúpida? -Dice afeminado.

-¿Estás viendo que es verdad lo que te digo?

La verdad es que su cabello es más suave que el mío, lo sé.

¡Es injusto!

¿Qué clase de hombre cuidado tanto su cabello?

Nadie. Oh bueno sí, él

A menos que...  Nah no creo.

------------------

Bajo a la cocina y me doy cuenta de que James, sigue jugando play con Jay.

Decido hacerme unas papas fritas, se preguntarán como una niña de tan sólo 10 años sabe cocinar, aparte de que mi mamá es cocinera y trabaja en uno de los mejores restaurantes, sólo por gusto, ya que también es empresaria. Me ha enseñado y estoy en una escuela especializada en eso. 

Al terminar de prepararlas, las coloco en un envase y como hice mucho las pongo en otro para compartir con mi hermano y James.

Me dirijo hacía ellos y se las entrego.

-Gracias, hermanita. -Dice Jay metiéndose una a la boca.

La edad difícilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora