4. Discusión
Ernst Mayr:
Entiendo completamente que la naturaleza de nuestro objeto de estudio nos permite solamente estimar probabilidades. No hay discrepancia alguna entre Carl Sagan y yo en cuanto a la existencia de grandes números de planetas en nuestra galaxia y en galaxias cercanas. El asunto, como fue enfatizado correctamente por Sagan, es la probabilidad de la evolución de una inteligencia superior y consecuentemente de una civilización tecnológica en un mundo habitado.
Una vez que tenemos vida (y casi seguramente será muy distinta de la vida en la Tierra), ¿cuál es la probabilidad de que desarrolle un linaje con inteligencia superior? En la Tierra, de los millones de linajes de organismos y quizás 50.000 millones de eventos de especialización, sólo uno condujo a la inteligencia superior; esto me hace creer en su absoluta improbabilidad.
Sagan adopta el principio “más listo es mejor” pero la vida en la Tierra refuta esta afirmación. Entre todas las formas de vida, ni los procariotas ni los protistas, hongos o plantas han necesitado desarrollar la inteligencia, como lo habrían hecho si fuese “mejor”. En los más de 28 filos de animales, la inteligencia evolucionó sólo en uno (cordados) y con ciertas dudas también en los cefalópodos. Y en las miles de subdivisiones de los cordados, la inteligencia superior se desarrolló en un sólo caso, los primates, e incluso allí en una pequeña subdivisión. Esto no demuestra la supuesta inevitabilidad del desarrollo de la inteligencia superior porque “es mejor ser listo”.
Sagan aplica un enfoque físico a este problema. Construye dos curvas lineales, ambas basadas en un pensamiento estrictamente determinista. Tal pensamiento es a menudo legítimo para los fenómenos físicos, pero es bastante inapropiado para eventos evolutivos o procesos sociales como el origen de las civilizaciones.
El argumento de que los extraterrestres, si perteneciesen a una civilización longeva, se verían forzados por la selección natural a desarrollar un saber tecnológico para enfrentar el peligro de los impactos cometarios es totalmente irrealista. ¿Cómo serían seleccionados los sobrevivientes de impactos previos para desarrollar el saber de la tecnología electrónica necesaria? Asimismo, el caso de la Tierra muestra cuán improbable es el origen de cualquier civilización a menos que la inteligencia superior se desarrolle primero. La Tierra asimismo muestra que las civilizaciones tienen inevitablemente corta duración.
Es una cuestión de sentido común que la existencia de inteligencia extraterrestre no puede ser establecida por argumentos a priori. Pero esto no justifica el proyecto SETI, ya que puede ser demostrado que el éxito de un programa observacional es tan improbable que puede, para fines prácticos, ser considerado cero.
En suma, no tengo la impresión de que los argumentos de Sagan hayan refutado los míos al grado de debilitarlos.
Carl Sagan
¿Es oportuno basarse en la vida en la Tierra? La esencia del argumento del Profesor Mayr es básicamente recorrer los varios factores de la ecuación de Drake (ver Shklovskii y Sagan, 1966) y asignarle valores cualitativos a cada uno. Él y yo estamos de acuerdo en que es esperable que las probabilidades de abundancia de planetas y orígenes de la vida sean altos. Enfatizo que los últimos resultados (Doyle 1995) sugieren uno o incluso dos planetas tipo Tierra con abundante agua líquida superficial, por cada sistema planetario en la galaxia.
Donde Mayr y yo discrepamos es en los últimos factores de la ecuación de Drake, especialmente en aquellos que atañen la probabilidad de la evolución de la inteligencia y las civilizaciones tecnológicas.
Mayr argumenta que los procariotas y protistas no han “evolucionado hacia la inteligencia”. A pesar del gran respeto que le tengo al Profesor Mayr, debo objetar: los procariotas y los protistas son nuestros ancestros. Por lo tanto, han evolucionado hacia la inteligencia, junto con la mayoría del resto de la hermosa diversidad de la vida en la Tierra.