Parte 3.

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🐺

Después de aquella primera vez, Tony se encargó de investigar a fondo su nueva condición, aun así, en las primeras dos semanas no tuvo un avance significativo. De lo que logro sacarle a Jarvis antes de que él mismo saboteara su sistema de una forma... poco convencional, pudo destacar que antes de que anocheciera ya se estaba comportando de forma extraña, consiente, pero sin ser racional. Observo con atención las cintas. Había estado trabajando en una nueva actualización para su traje, su cuerpo era bañado por la luz del atardecer que irrumpía por los grandes ventanales que daba al taller. Justo al momento que la luz dejo de tocarle para desvanecerse, pudo notar que por algunos momentos se quedó inmóvil y sus ojos perdieron el brillo, luego, todo fue confuso.

Loki no quiso abordar el tema en esos días, también se desapareció por algunos días, aunque eso lo atribuyo a la inesperada visita del capitán. Tony debió aceptar que en cierta parte fue provechosa, cuando Steve se marchó por una nueva misión, Loki regreso insaciable, pero debía admitir que su cuerpo no daba tanto como el dios exigía, el reactor arc lo estaba envenenando poco a poco, si la metralla no lo mato, aquel invento que lo mantenía con vida pronto lo haría, razón por la cual debía hallar una pronta solución.

Fue antes que llegara la luna llena de nuevo, que Loki acepto hablar más a fondo con él acerca de su comportamiento y transformación, pudiendo de esa manera pactar una mejor forma de abordar aquellas noches. Realmente, aunque lo intentara ocultar, el más entusiasmado era el hechicero, teniendo todo preparado. Tony aprovecho y dejo sus cosas listas, previniendo la menor cantidad de daños ocasionados por el mismo e incluso generando algunas contingencias y por supuesto a Jarvis para que lo grabara todo, claro, con fines científicos.

*

Ya llegando la luna llena, Loki había decidido descansar con la luz del sol para encargarse del lobo cuando la luna se hiciera protagonista. Presentía que sería una noche muy agitada, aunque bueno, el día también lo fue, pues Tony se había encargado de dejarlo agotado y preparado.

Y no se equivocó, cuando se despertó de su siesta, una lengua floja bailaba entre sus nalgas. Automáticamente sus piernas se extendieron y el lobo lamió con entusiasmo la parte superior de sus pelotas y su ano palpitante, limpiando los restos de la semilla de Tony y el aderezo ranchero que se había escapado de su culo mientras dormía. Cuando se agacho para acariciar su polla, sonrió a la almohada. Gracias Tony, pensó, está es la mejor idea que has tenido desde que estamos juntos.

La nariz húmeda se paseaba por su sensible piel, olfateando, tratando de encontrar la fuente de la deliciosa mezcla. Loki agarró sus nalgas y las separó, exponiendo su hoyo aun suelto. El animal lo encontró y comenzó a lamer de una vez, primero tentativamente y luego cada vez más desesperadamente a medida que el sabor disminuida con cada paso de su lengua. Al terminarse el lobo palpó el colchón con sus patas en consternación.

Riéndose, Loki dobló una pierna contra su pecho. - ¡Aquí, muchacho! - metió un dedo dentro de él y lo arrastro fuera del borde, dejando un rastro que el lobo podría seguir. Cuando sintió los bigotes erizados que presionaban entre sus mejillas, sostuvo su culo separado con dos dedos.

El lobo logró lamerlo en su primer intento, y luego procedió a follarlo con su lengua, llegando tan profundo como pudo. Cuando Loki retiró sus dedos para darle espacio de ir más hondo, los colmillos del animal se clavaron en su carne con cada lamida húmeda. Los pequeños pinchazos solo aumentaron el placer y Loki inclinó sus caderas en el hocico, una mano en su polla y la otra apartando una nalga del camino.

Tony había descubierto el amor del lobo por la salsa ranchera, mientras estudiaba las grabaciones conseguidas durante sus siguientes lunas llenas. Aunque fue después de una magnifica sesión de sexo y un anudamiento minucioso que Loki había ido a buscar algo para comer, encontrando solo una cesta de papas y una botella de rancho casi vacía. Improvisó algunas papas fritas y usó el aderezo para darles un gusto más agradable. El lobo había lamido el tazón y los dedos de Loki limpiándoselos con gula, mas entusiasmado que con cualquier otra comida. Loki no lo había pensado mucho, acostumbrado a las mascotas que pedían sobras, pero aparentemente su amante le había ganado aquel encuentro, al fijarse en los pequeños detalles de su propio comportamiento.

Oh, Tony [IronFrost]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora