Capitulo 1

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Me encontraba en medio del bosque, corriendo a toda velocidad pasando de largo los inmensos arboles, raspandome la cara con alguna que otra rama que se topaba en mi camino.

Mi trayecto era cada vez mas largo, parecia como si no tuviera fin; al cabo de no se cuanto tiempo, llegue a un enorme prado,  era completamente hermoso, gire a cada uno de mis angulos y visualize una silueta, alta y corpulenta, se trataba de un hombre.

Algo dudosa decidi acercarme a aquel hombre y conforme lo hacia el imitaba mi andar. Quedamos encarados, lo mire atonita, perpleja y....

Tomo de mi mano aun sosteniendo mi mirada y suavemente deposito un tierno beso en ella. Elevó una de sus manos y rozo mi mejilla con la yema de sus dedos, me estremeci ante ello. Sus dedos viajaron de la camisura de mis labios hasta el centro de los mismos, quize articular palabra pero el hizo una mueca para no lo hiciera, lo obedeci.

Mis ojos seguian depositados en los suyos, en ellos se reflejaba tristeza, como podia ser posible que esos bellos ojos verde esmeralda tuvieran tanta tristeza en si.

Fue acercandose poco a poco a mis labios, era poca la distancia que nos separaba, sentia su respiracion acariciar mi rostro, podia inhalarla, era exquisitamente deliciosa.

Cerre los ojos esperando que posara sus labios sobre los mios, pero no fue asi, los abri de inmediato y me percate que seguia mirandome, esos ojos me derretian a un punto sorprendente.

"No puedo, aun no" por fin hablo, por fin escuche sus voz, ronca, dulce, seductora. Mire sus labios finitamente delgados, rosados, hermosos... Se dio la media vuelta y me dejo plantada en medio de aquel  prado, por mi mente pasaban miles de preguntas, tenia mis dudas sobre ese chico.

Corri detras de el, pero cada vez aceleraba su paso. Las hojas secas de los arboles crujian ante las pisadas del ojiverde, si que era mas rapido que yo. Llegamos al final del bosque, me encaro por ultima vez y salto al precipicio que habia bajo el.

"No!" "No!" "No!" gritaba una y otra vez al viento y las lagrimas no se hicieron esperar, comenzaron a rodar cuesta a bajo por mi mejilla, mis manos temblaban, mi cuerpo temblaba.

Miel & SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora