Capitulo XVII

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COLEGIO- MERCEDES- TARDE.

Ha pasado mucho tiempo desde que recibí la llamada de Bárbara, desearía escuchar su voz por un segundo. Mi vida no ha sido fácil, es poco lo que hablo con Joaquín y cuando lo hacemos solo es para tratarme mal, comencé a buscar a Barbarita hace unos días pero no es tan fácil como parece ya que hace mucho tiempo no hablo con María Elsa y estoy segura que ella es una ficha clave para encontrarla, quisiera estar para cuando nazca el bebé de Bárbara. Me sobresalto al escuchar que tocan la puerta de la dirección, miro y es Sofía Quiroga.
SOFÍA: Señora Mercedes, me mandó a llamar?
MERCEDES: Si, siéntate. Sofía necesito un favor suyo
SOFÍA: Claro, dígame.
MERCEDES: Necesito que le digas a María Elsa que la estoy buscando con urgencia, no me queda fácil comunicarme con ella pero que venga mañana temprano acá a la escuela.
SOFÍA: Claro, Señora Mercedes. Pero paso algo grave
MERCEDES: No, pero es algo que necesito preguntarle.
Sofía solo asiente y se levanta para irse …
SOFÍA: Señora Mercedes, usted sabe algo de la profesora Bárbara.
Con solo escucharlo mi cuerpo se estremece
MERCEDES: No Sofía, por qué?
SOFÍA: Solo por preguntar, como ustedes eran tan amigas…!
MERCEDES: Que quieres decir?
SOFÍA: Nada, permiso.
No puedo creer que esta niña tan malcriada fuera hermana de la Elsa, todas tan diferentes.

HOSPITAL-BÁRBARA- TARDE.

El dolor es muy fuerte, las contracciones me empezaron desde la noche pero en la mañana no aguante más. Todo este tiempo ha sido muy difícil vivirlo sola pero siempre luchando por mi bebé.
ENFERMERA: Señora Bárbara, tranquila que usted ya va para la sala de parto.
BÁRBARA: Lléveme rápido por favor , el dolor cada segundo es más fuerte.
ENFERMERA: No se preocupe, tranquila que todo saldrá muy bien. Dónde están sus acompañantes para darles la información?
BÁRBARA: Yo estoy sola, no tengo a nadie.
ENFERMERA: Tranquila, todos vamos a cuidarla.
Al llegar a la sala de parto está el médico que me ha atendido durante los últimos meses del embarazo, es una persona a la cual le tengo mucha confianza y eso me tranquiliza. El dolor de hace más fuerte y la enfermera me toma la mano y me dice que puje, por mi rostro solo bajan gotas de sudor y siento que mi cabeza y mi cuerpo fueran a explotar, a lo lejos escucho que me dicen que pronto acabará el dolor, solo faltaba un poco más , solo pienso en mi bebé y doy mis últimas fuerzas para poderl@ tener entre mis brazos.
En un momento me acuesto sobre la camilla y ya no siento dolor solo escucho el llanto de un bebé, abro mis ojos y la enfermera me lo coloca al lado de mi rostro.
ENFERMERA: Felicitaciones, es una niña muy hermosa.
BÁRBARA: De verdad? No lo puedo creer, Mi Margarita.
La miro y me parece la niña más hermosa que he podido conocer. Mi corazón se llena de felicidad al tenerla, no puedo evitar llorar, es una felicidad inmensa.
ENFERMERA: La organizaremos y la podrá tener cuando esté en la habitación.
BÁRBARA: Cuidemela mucho por favor
ENFERMERA: Claro no se preocupe.

HOSTAL- MERCEDES- TARDE.

Joaquín me invitó a almorzar y fue inevitable negarmele, son pocas las palabras que cruzamos en medio del almuerzo.
MESERO: Don Joaquín tiene una llamada desde Santiago.
JOAQUÍN: Para mí? Y quién es?
MESERO: No se, solo dicen que es urgente.
Joaquín se pone pálido y muy nervioso. Me parece un poco extraño esa llamada
JOAQUÍN: Permiso iré a contestar.
Lo miro desde lejos y todo me parece muy sospechoso, se toca la cabeza y no sabe cómo disimular.
Cuando vuelve aprovecho para preguntarle qué sucede.
MERCEDES: Pasa algo? Quién te llamo?
JOAQUÍN: Nada importante, un amigo de Santiago.
MERCEDES: Y para que te necesitaba? Si se puede saber.
JOAQUÍN: Ya te dije que nada importante, cosas personales.
MERCEDES: Si, claro
Terminamos nuestro almuerzo y cada uno vuelve a sus ocupaciones, debo de volver a la escuela a hacer unos trabajos para luego ir a descansar y esperar el día de mañana con ansias.

HOSPITAL- BÁRBARA- MAÑANA.

Después del parto dormí un largo rato pero al escuchar a mí Margarita llorar fue como si se me hubiera perdido el sueño del todo. Toda la noche me quedé mirándola, mi felicidad es poderle tocar su piel tan suave, escuchar su dulce llanto y poderla tener entre mis brazos.
De estar toda la noche mirándola no descanse pero ahora todo ese sueño me cobra factura, mis ojos ya no aguantan abiertos, Margarita está completamente dormida en su cuna y aprovecho a dormir unos segundos.
Cuando abro mis ojos miro el reloj y marcan las 10:00 AM, volteó a ver a mi Margarita pero no está, siento que en mi cuerpo recorre una angustia y unas ganas de llorar.
BÁRBARA: Enfermera, Enfermera!!
Mi voz apenas me sale y mis lágrimas no paran
ENFERMERA: Señora Bárbara, calmese, ¿Qué le sucede?
BÁRBARA: Dónde está mi bebé? Ustedes se llevaron a Margarita?
ENFERMERA: No para nada, hace una hora yo entre y las dos estaban dormidas
BÁRBARA: Se me la llevaron, cuando desperté ya no está.
Comienzo a gritar desesperada y dar golpes a la cama, se me la robaron, se me llevaron mi felicidad.
ENFERMERA: Señora Bárbara calmese, la buscaremos.
Esas palabras solo hacen hueco en este momento, me siento como si me hubieran arrancado el corazón, no puedo imaginar quien me haría tanto daño.

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⏰ Última actualización: Nov 14, 2018 ⏰

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